Varias ventanas de la Gran Sinagoga de la ciudad ucraniana de Kharkiv resultaron dañadas anoche; los cristales se hicieron añicos tras la explosión de un misil disparado por el ejército ruso en un centro comercial cercano.
En el sótano de la sinagoga había más de un centenar de refugiados judíos en el momento del incidente.
El rabino Moshe Moshkowitz, rabino de Kharkiv y emisario local de Jabad, dijo: “En los últimos días, hemos colocado sacos de arena contra todas las ventanas de la planta baja. Todos estamos preocupados por los judíos del sótano de la sinagoga. La mayoría son personas mayores que no pueden salir”.
Añadió que “los alimentos y las medicinas se están agotando y estamos intentando traer suministros a pesar del peligro que supone viajar por las carreteras. Esta mañana hemos llamado a los obreros para que reparen los daños y, mientras tanto, seguimos intentando sacar de la ciudad al mayor número posible de judíos, con la ayuda de Jabad y la Federación de Comunidades Judías”.
El rabino Meir Stambler, director de la Federación de Comunidades Judías de Ucrania, describió cómo “ya hemos logrado rescatar a 30 mil judíos de Kharkiv, Kiev y otras ciudades del este y el sur de Ucrania”.