La famosa casa de subastas Sotheby’s en Nueva York tiene previsto subastar el próximo mes una pieza histórica: la placa más antigua conocida que contiene las inscripciones de los Diez Mandamientos. Se estima que su valor rondará entre uno y dos millones de dólares.
Con un peso de 52 kilogramos (115 libras) y dimensiones de dos pies de altura, la tablilla de mármol fue probablemente tallada al final del periodo romano o bizantino, entre los siglos III y VIII d.C. La inscripción que presenta es casi idéntica a la que se encuentra en la Biblia hebrea actual.
Escrita en paleohebreo, un alfabeto utilizado por los antiguos judíos antes de ser reemplazado en los últimos siglos antes de la era común, la tablilla conserva esta escritura que permaneció en uso entre los samaritanos. Este pueblo comparte ascendencia con los judíos modernos, aunque se separó hace más de dos mil años, y aparece en la parábola del “Buen Samaritano” del Nuevo Testamento. Actualmente, son menos de 1.000 los samaritanos que tienen ciudadanía israelí y palestina.
Además de los Diez Mandamientos, la tablilla incluye una particularidad importante: un mandamiento de adorar en el Monte Gerizim, lugar considerado sagrado por los samaritanos en Judea y Samaria. Este sitio es considerado por ellos como equivalente al Monte del Templo para los judíos. La presencia de este mandamiento en el décimo lugar es una de las pocas diferencias con respecto a la versión que aparece en la Biblia hebrea actual.
Detalles históricos y descubrimiento de la placa de los Diez Mandamientos
Un detalle relevante es la ausencia del tercer mandamiento, el cual en la Biblia hebrea prohíbe tomar el nombre del Señor en vano. Esta omisión es también presente en los textos samaritanos actuales. La inscripción comienza con la dedicatoria “en el nombre de Koraj”, un elemento que aporta una peculiaridad más al objeto.
Sharon Liberman Mintz, especialista internacional en Judaica de Sotheby’s, comentó sobre el hallazgo: “Reconocimos el poderoso significado del objeto y estamos encantados de ofrecerlo en subasta pública”, declaró a ARTnews.
La placa fue descubierta por primera vez en 1913, durante la construcción de un ferrocarril en la costa sur de Israel. En sus primeros años, la pieza pasó desapercibida y fue comprada por un ciudadano particular que la utilizó como adoquín en su patio, según datos proporcionados por Heritage Auctions, quienes la vendieron en una ocasión previa.
En 1943, la piedra fue adquirida por un individuo identificado como el Sr. Y. Kaplan, sobre quien se sabe muy poco. Kaplan, junto con el arqueólogo Yitzhak Ben-Zvi, quien más tarde se convertiría en presidente de Israel, publicó un artículo académico sobre la placa en 1947.
Historia de la propiedad de la placa
En la década de 1990, el comerciante de antigüedades Robert Deutsch compró la pieza. Posteriormente, fue adquirida por el rabino Saul Deutsch para ser exhibida en el Museo de la Torá Viviente en Brooklyn, Nueva York.