Los grandes rabinos Kalman Ber y David Yosef emitieron una declaración conjunta que reafirma la obligación de vacunar contra el sarampión después de que un tercer niño murió a causa de la enfermedad en menos de una semana. Las autoridades sanitarias informaron que el deceso se produjo el jueves por la mañana en Jerusalén y se suma a otras dos muertes ocurridas el lunes y el miércoles.
“La Torá de Israel nos ordena hacer todo lo posible para protegernos a nosotros mismos y a nuestra salud”, escribieron los rabinos. “Es el deber de todos y cada uno de nosotros tratar de evitar que las enfermedades afecten nuestras vidas antes de que ocurran. La vacunación es parte de la medicina preventiva”.
En otro pasaje, agregaron que “en los últimos tiempos, ha habido un brote de sarampión, y causa un peligro para muchos”. Según los rabinos, “las opiniones de médicos de alto nivel en Israel y en todo el mundo señalan que la vacunación es la respuesta a esta enfermedad” y solicitaron al público israelí cooperar con las autoridades de salud en Israel.
Los registros oficiales muestran brotes de sarampión en comunidades haredíes de Jerusalén, Bnei Brak y Modi’in Illit durante los últimos meses. Parte de esta población expresó escepticismo respecto a las vacunas en los últimos años, lo que ha sido señalado por autoridades sanitarias como un factor de riesgo para la expansión del virus.
Todas las víctimas registradas esta semana eran menores de dos años y murieron en Jerusalén, según funcionarios del hospital y del Ministerio de Salud. La primera muerte ocurrió el lunes, la segunda el miércoles por la noche y la tercera el jueves por la mañana. En total, cinco niños menores de dos años y medio han muerto de sarampión desde agosto.