Como la mayoría de nosotros sabemos muy bien, el lunes habrá un evento inusual en nuestro país: un eclipse solar total. En resumen, la luna le hará “fotobomba” al selfie del sol. Hace poco escribí un artículo en un libro sobre la creación, que hablaba de la relación entre el sol y la luna. En el capítulo uno de Génesis (versículo 16) leemos: “Y D’os hizo dos grandes lumbreras; la luz grande para gobernar el día, y la pequeña luz para gobernar la noche; Y D’os hizo las estrellas”.
Parece haber una contradicción aquí. Si D’os hizo dos grandes lumbreras, ¿cómo puede una ser grande y una ser pequeña? Muchos comentaristas judíos abordan esta aparente irregularidad. Un comentario de un midrash antiguo ve una lección moral dentro de la disparidad. La luna se quejó a D’os de que no le gustaba tener el mismo tamaño que el sol, así que D’os “recompensó” la queja de la luna haciéndola más pequeña.
Un tratamiento más favorable de la luna se encuentra en el Midrash Bereshit Rabbah, 6:4: R. Aha dijo: Imagínese un rey que tenía dos gobernadores, uno gobernando en la ciudad y el otro en una provincia. Dijo el rey: Puesto que el primero se ha humillado a gobernar en la ciudad solamente, decreto que cada vez que salga, el consejo de la ciudad y el pueblo saldrá con él, y cada vez que entre, el consejo de la ciudad y el pueblo entrarán con él. Así dijo el Santo, bendito sea, que como la luna se humilló para gobernar de noche, decreto que cuando salga, las estrellas saldrán con ella, y cuando entre [desaparezca], las estrellas irán con ella
Esta enseñanza refleja un antiguo apoyo rabínico a la humildad en nuestros líderes. Como otro sabio (Hillel) una vez observó: “Cuando me exalto soy humillado, pero cuando me humillo soy exaltado”. Sólo cuando creamos espacio para el mundo somos capaces de encontrar nuestro ser genuino. La noción mística medieval del tzimtzum, o contracción, por medio de la cual D’os podría crear el mundo solamente al contraer el Yo de D’os, nos enseña el poder espiritual de crear espacio dentro de nuestros propios egos para el mundo que nos rodea. Al dejar ir algunas de las necesidades del ego que nos distraen, abrimos espacio para disfrutar el presente y estar más presentes para los demás.
Sé que en estos días podemos estar fácilmente frustrados, preocupados e incluso temerosos. Ciertamente hay muchas cosas que podemos hacer acerca de nuestra situación actual. Una cosa que no hemos considerado es practicar más humildad en nuestra familia, círculo de amigos y áreas de trabajo. Esta práctica no resolverá todos nuestros problemas, pero puede servir como un correctivo oportuno en un mundo demasiado eclipsado para que la luz brille.