Cómo era Yom Kipur en la época del Gran Templo de Jerusalén y cómo será el servicio en el Tercer Beit HaMiqdash con la pronta llegada del Mashíaj. Según lo escrito en la Torá, Di-s le explicó a Moshé la tarea especial que debía realizarse para Yom Kipur en el Beit Hamikdash.
El Cohen Gadol (la mayor autoridad en cuanto al servicio Divino) debía realizarla en persona durante el día. Los preparativos para el día más sagrado del año comenzaban con una semana de anterioridad.
El Cohén Gadol dejaba su casa y su residencia pasaba a ser una de las salas del Beit Hamikdash. Se debía purificar y preparar para el Servicio durante siete días.
Además del Cohen Gadol destinado a oficiar el Servicio, también se preparaba a un reemplazo, en caso de que el Cohen Gadol quedase inhabilitado por alguna impureza y sea incapaz de oficiar como tal.
En el tercer y séptimo día de los siete días de preparativos, se esparcían sobre el Cohen Gadol aguas purificadoras de la Para Adumá (vaca roja), por si acaso, sin saber se hubiera convertido en tamé por estar en contacto con un cadáver.
El Sanhedrín (Tribunal Judío) enviaba una delegación de sabios de la Tora para que instruyera al Cohen Gadol en el Servicio de Yom Kipur.
Le leían los capítulos de la Tora de la Parshá Ajarei Mot que tratan sobre el Servicio de Yom Kipur y las leyes de Yom Kipur y él las repetía hasta que las aprendía bien. Si conocía bien las leyes, podía explicarlas. En esa semana, también ofrecía inciensos, ofrendas y encendía la menorá.
Durante la víspera de Yom Kipur, todos los animales que habían sido reservados para que se ofrendaran pasaban por delante del Cohen Gadol, quien los identificaba para conocerlos para los servicios de Yom Kipur.
En la mañana, los Sabios que lo habían instruido se iban y eran reemplazados por un grupo de Cohanim que practicaban junto a éste, el arte de verter el Ketoret en sus manos con una cuchara, una de las partes más difíciles del Servicio que se debía realizar en el Kodesh HaKodashim en Yom Kipur.
Durante la existencia del segundo Beit Hamikdash, la siguiente triste escena se repetía en forma anual en víspera de Yom Kipur: Antes de irse, los sabios de la Torá exclamaban, «Estimado Cohen Gadol, nosotros somos los delegados del tribunal y usted es nuestro delegado, además de ser representante del tribunal.
Le ordenamos en nombre de Él, Quien reside en esta Casa, que no altere ni una letra de todo lo que le enseñamos!». El Cohen Gadol y los sabios de la Torá se despedían llorando.
Él lloraba porque se sospechaba de él que podía llegar a modificar el Servicio; ellos lloraban porque estaban obligados a sospechar de él, probablemente en vano.
La razón de ser de este diálogo, era que la costumbre de los tzedokim (saduceos) de ofrecer ketoret (incienso) de una forma diferente a la que indicaba la Torá Oral. Los sabios enseñaron que el Cohen Gadol debía sostener el ketoret en su mano izquierda y el carbón caliente en la derecha, ingresar en el Kodesh HaKodashim y encender el incienso allí.
Según la versión de los tzedokim, el incienso se debía prender fuera de allí y el Cohén Gadol debía ingresar con el incienso encendido. Por lo tanto, los Sabios ordenaban anualmente al Cohen Gadol que no siguiera las costumbres saduceas.
La Noche de Yom Kipur
El Cohen Gadol no podía ir a dormir la noche de Yom Kipur. Se quedaba despierto, leyendo capítulos del Tanaj (Iov, Ezrá, Divrei Haiamim, y Daniel que atraían la atención de todo el mundo).
Si él comenzaba a dormirse, los Cohanim más jóvenes lo despertaban chasqueando los dedos de forma ruidosa. Si se sentía cansado, se le decía que se pare por un rato. Esto lo refrescaba debido a que el piso de piedras del Beit Hamikdash era frío.
Todas las grandes personas de Ierushalaim también se quedaban despiertas durante toda la noche, así el kohen gadol podía escuchar el murmullo y el tumulto de la ciudad y ésto lo ayudaría a mantenerse despierto.
«……Cuán glorioso era el Cohen Gadol, cuando salía seguro del Santuario… Aún bajo el amplio pabellón del cielo, se encontraba el aspecto del Cohen, Como el relámpago que viene del esplendor de los ángeles, así era el aspecto del Cohen, Como la aparición del arco iris en medio de la nube, Como la rosa en medio de un jardín delicioso, Como la ternura que se ve en la cara de un novio, Como las campanas doradas en las faldas de la capa, Como la aparición del sol levante en la tierra, Feliz el ojo que vio todas estas cosas….»(Del Majzor de Yom Kipur
Fuente: www.vienemashiaj.com