En sus últimas y polémicas declaraciones, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sugirió que la pandemia de coronavirus que sigue cobrando víctimas en todo el mundo podría ser una “guerra biológica” emprendida por China, informó AFP.
“Es un virus nuevo. Nadie sabe si nació en un laboratorio o porque un humano comió algún animal que no debía”, afirmó el líder ultraderechista.
“Pero los militares lo saben todo sobre la guerra química, biológica y radiológica. ¿Podríamos estar librando una nueva guerra? Me pregunto. El PIB de qué país ha crecido más?”.
Bolsonaro no nombró explícitamente a China, aunque fue el único país del G20 cuya economía creció el año pasado (un 2,3%).
No era la primera vez que el líder brasileño hacía comentarios incendiarios sobre China, a pesar de que el gigante asiático es el mayor socio comercial de Brasil.
Las insinuaciones de que el COVID-19 no surgió accidentalmente, sino que podría haber sido fabricado en un laboratorio, no son nuevas. Los que hacen tales afirmaciones señalan el hecho de que se sabe que un enorme laboratorio de virología financiado por el gobierno en la ciudad china de Wuhan, donde apareció por primera vez el COVID-19, estaba experimentando con coronavirus.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud concluyó en marzo que era “extremadamente improbable” que el virus se originara en un laboratorio, y China niega enérgicamente las acusaciones. Sin embargo, los expertos de la OMS que visitaron China para intentar identificar el origen de la pandemia informaron de que encontraron obstáculos para acceder a los datos cuando visitaron Wuhan, lo que da más fuerza a las sospechas de que el virus se filtró accidentalmente o a propósito.