El gobierno de EE.UU. está formulando planes para endurecer las sanciones económicas a Venezuela, según fuentes familiarizadas con el tema.
Varios informes publicados el 9 de junio indican que la administración Trump se está preparando para añadir un número sustancial de petroleros a su lista negra – tal vez hasta 50, informa The Wall Street Journal – como castigo por facilitar el comercio de petróleo venezolano.
A principios de este mes, la Casa Blanca puso en la lista negra a otras cuatro empresas que se cree que trabajan con el asediado sector petrolero del país. Las sanciones impiden que estas empresas accedan a los activos en manos de los Estados Unidos, pero lo más importante es que actuarán como una señal de advertencia para cualquier persona de la comunidad empresarial internacional que esté pensando en entrar en el mercado de Venezuela.
Los ingresos del petróleo representan alrededor del 95 por ciento de las exportaciones venezolanas y han ayudado a sostener los gobiernos socialistas del país durante décadas.
Los planes para administrar nuevas sanciones provocaron comentarios airados del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, quien anteriormente había criticado a Washington por entrometerse en los asuntos del país. “Más pruebas concretas de la agresión criminal de Washington, dirigida al corazón de la economía [de Venezuela] al bloquear, en medio de una pandemia, las ganancias utilizadas para las importaciones de alimentos, medicinas y suministros”, escribió Arreaza en Twitter. “Es un ataque contra todos los venezolanos”.
Ciertamente, más sanciones económicas, y el dolor económico que causan, perjudicarán a más que la élite política de Venezuela. Los ingresos del petróleo representan alrededor del 95 por ciento de las exportaciones del país y han ayudado a sostener los gobiernos socialistas del país durante décadas. Los últimos acontecimientos sugieren que la escalada de sanciones está teniendo un impacto: Reuters informó que las empresas petroleras chinas estaban considerando la posibilidad de negarse a fletar cualquier barco que hubiera visitado Venezuela en el último año.
Sin embargo, no todas las luchas de Venezuela se pueden atribuir a los EE.UU. La caída en picada de los precios del petróleo no ha ayudado, pero la corrupción y la mala gestión por parte del presidente del país, Nicolás Maduro, representan un problema mayor. Hasta que Venezuela no rectifique sus problemas políticos, es poco probable que sus problemas económicos se resuelvan.