El presidente de Perú, Pedro Castillo, inició su agenda radical para transformar Perú nombrando al comunista Guido Bellido, investigado por apología del terrorismo, como jefe del gabinete ministerial tras participar en un acto simbólico en la Pampa de La Quinua, cerca de la ciudad sur andina de Ayacucho.
Bellido pertenece al círculo más cercano a Vladimir Cerrón, fundador de Perú Libre, partido que se declara socialista y marxista.
A lo largo de la campaña electoral para la segunda vuelta, Castillo se esforzó en moderar su discurso para distanciarse de la figura de Cerrón e insistió en que el gobierno sería suyo y solo suyo.
Bellido, un ingeniero electrónico de 41 años sin experiencia previa en un cargo de representación popular, es el primer rostro que desvela Castillo, que se ha mostrado hermético en las últimas semanas.
La agenda marxista para Perú
El nuevo primer ministro es el secretario regional de Perú Libre en su región natal de Cusco, donde fue elegido congresista en las elecciones generales del pasado 11 de abril.
Durante la campaña electoral, Bellido no ocultó su apoyo a Cerrón y, como él, fue uno de los miembros más radicales del partido marxista.
Su nombre no figuraba entre los que se barajaban para el cargo de presidente del Gobierno y su nombramiento fue tan inesperado como polémico, no solo por su perfil cercano a la controvertida figura de Cerrón, sino también por la investigación por apología del terrorismo.