El régimen comunista de Cuba comenzó a utilizar la fuerza en un intento de repeler las históricas protestas en varias ciudades de la isla contra la dictadura castrista, que lleva más de 60 años en el poder en régimen autoritario.
A primera hora de la mañana, el régimen envió a un grupo de élite de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FARC), conocido como los “Boinas Negras”, una fuerza de ataque con la que la dictadura reprime habitualmente a la población desarmada de la isla por la fuerza, y siempre que salen a la calle, sus acciones terminan en actos de violencia contra ciudadanos indefensos.
El formidable grupo armado fue visto marchando por las calles de la isla después de que la dictadura comenzara a cortar Internet y la electricidad en algunas ciudades del país para tratar de impedir la difusión de información sobre las acciones de las autoridades que tratarán de repeler las históricas protestas que comenzaron durante la noche.
“Me acaban de informar desde San Antonio que una enorme brigada de boinas negras está allí y que están golpeando y lanzando gases lacrimógenos porque la gente no se rinde. Les han quitado la luz y el internet, por lo que no pueden publicar testimonios sobre lo que está pasando ahora”, dijo la activista Tanya Bruguera.
“¡La dignidad no se doblega, el lugar en la historia de esta lucha por la vida con derechos es suyo! Palma Soriano, Güira de Melena, Alquízar, Caimito, Regla, y nosotros seguimos sus pasos. Tenemos derecho a manifestarnos pacíficamente, y hoy no permitiremos que nos lo quiten. Patria y Vida”, añadió Bruguera.
Cortar la electricidad y bloquear Internet es una herramienta utilizada habitualmente por el régimen para reprimir las protestas: el objetivo es que ningún vídeo o llamada llegue al público y, además, que el mundo no se entere de lo que está ocurriendo. El hermetismo ha permitido a la brutal dictadura castrista sobrevivir durante décadas.
Las agencias de noticias AP y EFE informaron de que los datos de Internet móvil se interrumpieron en todo el país.
Pero las medidas de censura no han servido de nada: Miles de cubanos salieron a las calles el domingo en La Habana y otras partes de la isla, protestando contra la escasez, los altos precios de los alimentos y los apagones en medio de una crisis sanitaria causada por el coronavirus y lo que consideran una falta de respuesta del régimen.
El dictador cubano impuesto por Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, prometió represión y llamó a los “revolucionarios comunistas a luchar” contra los cubanos que protestaban. Por ello, la dictadura castrista comenzó a reprimir las manifestaciones espontáneas en toda la isla.
“Estamos dispuestos a dar la vida. Tienen que pisar nuestros cadáveres si quieren oponerse a la revolución. Estamos dispuestos a todo”, aseguró Díaz-Canel en declaraciones a la cadena Telesur.
“No permitiremos que ningún contrarrevolucionario, mercenario que se ha vendido al imperio norteamericano, provoque la desestabilización”, dijo. Y amenazó: “Habrá una respuesta revolucionaria. Por lo tanto, llamamos a todos los revolucionarios comunistas a salir a las calles donde se produzcan estas provocaciones y a oponerse a ellas con esta solución”, añadió.
“La orden de lucha está dada, revolucionarios a la calle”, dijo amenazante en un discurso especial televisado.
El secretario general de la OEA rechazó las amenazas de Miguel Díaz Canel y apoyó la legítima demanda de la sociedad cubana.
“Reconocemos los legítimos reclamos de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades básicas”, aseguró Luis Almagro en su página de Twitter. Y añadió: “Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a la represión civil y al enfrentamiento contra quienes ejercen su derecho a la protesta”.
Minutos antes que Almagro, Estados Unidos también condenó las amenazas de Díaz Canel. Julie Chung, secretaria adjunta interina de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, aseguró que la administración de Joe Biden está profundamente preocupada por los “llamados a la lucha”. “Defendemos el derecho del pueblo cubano a reunirse pacíficamente. Llamamos a la calma y condenamos cualquier tipo de violencia”.