La pareja de un hombre sospechoso de intentar asesinar a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner ha sido detenida por la policía mientras los investigadores intentaban el lunes determinar si el atacante formaba parte de una trama más amplia.
Brenda Uliarte, la pareja de 23 años del sospechoso brasileño Fernando André Sabag Montiel, fue detenida el domingo por la noche por la Policía Federal en una estación de tren de la capital, Buenos Aires, según imágenes difundidas por las autoridades.
No ha sido acusada, pero las autoridades estaban tratando de determinar si tuvo algún papel en el incidente del 1 de septiembre en el que un hombre apuntó a Fernández con una pistola Bersa 380 y apretó el gatillo, aunque el arma cargada no se disparó.
Los funcionarios también estaban tratando de determinar cómo y por qué se habían borrado los datos de un teléfono móvil incautado a Sabag Montiel cuando fue sorprendido en el lugar de los hechos.
El aparente intento de asesinato ha sacudido a un país en el que Fernández ha sido una figura política central durante décadas, ya que fue presidenta entre 2007 y 2015 tras el mandato de su difunto marido, Néstor Kirchner, que asumió el cargo en 2003.
Una fuente judicial dijo que Uliarte había estado presente en la zona donde se produjo el atentado frustrado, mezclado entre cientos de simpatizantes de Fernández que habían acudido a mostrar su apoyo en un momento en el que se enfrenta a un juicio por acusaciones de corrupción. La fuente habló bajo condición de anonimato debido a las normas que rigen el secreto del sumario.
Sabag, de 35 años, llevaba más de dos décadas viviendo en Argentina. Los medios de comunicación locales han publicado imágenes de sus cuentas de redes sociales, ahora desactivadas, en las que se le ve con los brazos tatuados con símbolos nazis.
Montiel publicó imágenes suyas en Instagram posando frente a un espejo, mostrando sus tatuajes. En su codo hay un símbolo del sol negro, llamado schwarze sonne en alemán, según el medio español El País.
El emblema también se conoce como sonnenrad, o rueda solar. Se utilizaba en la Alemania nazi y ha sido adoptado por los neonazis.
El símbolo ha sido utilizado por supremacistas blancos y tiradores neonazis en el pasado. Payton Gendron, un supremacista blanco que mató a 10 personas negras en mayo en Buffalo, Nueva York, tenía el sol negro estampado en su equipo. Brenton Tarrant, que mató a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda en 2019, tenía el símbolo en su chaleco.
La Liga Antidifamación cataloga el sol negro como un símbolo de odio y dice que la esvástica es una variante.
Los investigadores dicen que están tratando de determinar por qué el arma no se disparó y también de extraer información del teléfono móvil de Sabag Montiel. Las autoridades dicen que llegó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que se encarga de intentar inspeccionarlo, reformado, como si viniera de fábrica.
Un investigador informático, Pablo Rodríguez, dijo al canal de televisión Todo Noticias que cuando se confisca un celular, la policía debe asegurarse de que no se pueda acceder a él desde el exterior, apagándolo, quitándole el chip, poniéndolo en modo avión y dejándolo en una bolsa que lo proteja de la radiaci9on externa.
“Pero si no hicieron todo eso, el teléfono estaba activo y es posible que lo hayan reseteado a distancia”.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo a los periodistas que la policía “no manipuló” el teléfono. “Lo que hicieron fue recogerlo, ponerlo en una bolsa (de protección) de Faraday y enviarlo al juzgado”.
Kirchner goza de una base de apoyo leal entre los seguidores del movimiento peronista de centro-izquierda heredado del ex presidente argentino Juan Perón, pero es repudiada en igual medida por la oposición política.
Kirchner, una abogada que sucedió a su difunto marido Néstor Kirchner en la presidencia, está acusada de adjudicar fraudulentamente contratos de obras públicas en su bastión político de la Patagonia.
Los fiscales la acusan de haber defraudado al Estado unos 1.000 millones de dólares. Ella lo niega.
Kirchner también está acusada de obstruir la investigación sobre el atentado de 1994 contra el centro judío AMIA de Buenos Aires, supuestamente llevado a cabo por terroristas de Hezbolá financiados por Irán, que causó 85 muertos y cientos de heridos.