CARACAS (Reuters) – El dictador venezolano Nicolás Maduro nombró el lunes a su vicepresidente de economía, Tareck El Aissami, quien ha sido acusado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico, como ministro de petróleo, en medio de una aguda escasez de combustible en todo el país.
Maduro nombró a Asdrúbal Chávez, primo del difunto dictador Hugo Chávez, como presidente interino de la empresa petrolera estatal PDVSA, según los nombramientos publicados en la gaceta oficial del gobierno.
La red de refinerías de Venezuela, de 1.3 millones de barriles por día, casi se ha derrumbado después de años de poca inversión. Las sanciones de Estados Unidos dirigidas a expulsar a Maduro han estrangulado las importaciones de combustible, lo que ha llevado a los venezolanos a esperar horas fuera de las gasolineras o a recurrir al costoso mercado negro.
Los venezolanos informaron haber pagado más de 2 dólares por litro (7.57 dólares por galón) de gasolina la semana pasada, una de las tasas más altas del mundo y un dramático retroceso para una nación de la OPEP que durante mucho tiempo se jactó de tener el combustible más barato del mundo.
El Aissami reemplaza a Manuel Quevedo, un general de la Guardia Nacional que no tenía experiencia en la industria cuando asumió el doble papel de presidente de PDVSA y ministro de petróleo en 2017. Su nombramiento marca un golpe a una era de control militar en PDVSA, un período que ha coincidido con una dramática caída de la producción de más de 2 millones de barriles por día en 2017 a alrededor de 700.000 hoy.
En marzo, el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a El Aissami y a otros 14 funcionarios venezolanos actuales y anteriores de narcoterrorismo, corrupción y narcotráfico. La acusación de El Aissami decía que violaba las sanciones estadounidenses y que recibía pagos por facilitar los envíos de drogas.
La administración Trump anunció una recompensa de hasta 10 millones de dólares por la información que condujera al arresto de El Aissami.
El Aissami ha negado los cargos.