María Gabriela Chávez, hija del difunto dictador venezolano Hugo Chávez, sospechosa de lavado de dinero, supuestamente usó una cuenta en el Banco de Chipre para transacciones relacionadas con la compra de embarcaciones, según informes.
Un informe en Diario Las Américas, reproducido por Insightcrime.org, dijo que María Gabriela Chávez supuestamente usó una cuenta bancaria secreta en los Estados Unidos durante dos años para hacer compras millonarias.
María Gabriela Chávez se estableció en Nueva York en 2014, cuando fue nombrada por Nicolás Maduro como adjunta suplente de Venezuela ante la ONU.
El informe dice que Chávez tuvo acceso durante dos años a una cuenta bancaria en el Mercantil Commercebank de Miami, abierta a nombre de su socio, Roberto Leyba.
“Finalmente se clausuró en 2016 bajo sospecha de contener fondos provenientes del lavado de dinero”, dice el informe.
Citando documentos vistos, Diario Las Américas dijo que la cuenta había recibido varios depósitos por valor de millones de dólares e hizo grandes transferencias a terceros.
Éstas incluían compras hechas por María Gabriela Chávez en lujosas tiendas y restaurantes de Nueva York durante su período diplomático.
La cuenta también recibió al menos 10 transferencias de una cuenta en el Banco de Chipre a nombre de Atlantides Shipping Co.
Estos depósitos fueron listados como “comisiones” por la compra de un barco, MV Speed Runner, dijo el periódico.
Según el Diario Las Américas, documentos de los organismos reguladores de Florida señalan que el socio de Chávez, Leyba, que tiene estrechos vínculos con agencias gubernamentales en Venezuela y con Citgo, una subsidiaria estadounidense de la compañía petrolera estatal venezolana PDVSA, dijo que la cuenta fue abierta para cubrir gastos personales.
El abogado registró unos ingresos anuales de unos 800.000 dólares, distribuidos entre un salario de 300.000 dólares y 500.000 dólares de fuentes no especificadas.
En 2018, María Gabriela Chávez fue acusada por la ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, de haberse beneficiado de una red de corrupción dirigida por Alejandro Andrade, ex tesorero nacional del país.
Andrade fue encarcelado en 2018 en los Estados Unidos después de declararse culpable de recibir más de mil millones de dólares en sobornos mientras ocupaba cargos públicos.