Claudio Bonadio, el juez federal que dirigió una serie de investigaciones de corrupción contra la ex presidenta argentina Cristina Kirchner, murió el martes a la edad de 64 años, según fuentes cercanas a él.
Claudio Bonadio, que saltó a la fama como el primer juez que vio los casos en los que Kirchner fue acusado de injerto, murió en su casa de Buenos Aires.
Había sido sometido a una cirugía cerebral el año pasado y recientemente había solicitado que su licencia por razones de salud se extendiera hasta el 1 de marzo.
“Trabajó mucho estos últimos años, trabajamos juntos durante 20 años”, dijo la secretaria de Bonadio – que fue nombrada solo como Mónica – al canal de televisión TN en medio de sollozos.
El juez se enfrentó repetidamente con Kirchner, quien lo acusó de “persecución política” a favor de su sucesor en la presidencia, Mauricio Macri.
En varias ocasiones, Claudio Bonadio ordenó que Kirchner, que fue presidente entre 2007 y 15 años, permaneciera en prisión preventiva, aunque se salvó de la cárcel gracias a su inmunidad parlamentaria.
Claudio Bonadio fue la primera jueza en presidir un caso presentado por el difunto fiscal Alberto Nisman, quien acusó a Kirchner de encubrir la participación iraní en el bombardeo de 1994 de un centro judío en Buenos Aires que dejó 85 muertos.
Nisman, cuyo destino fue llevado al mundo entero por una docuserie de Netflix, murió en 2015 de una herida de bala en la cabeza en su casa de Buenos Aires.
Su muerte, que se produjo a los pocos días de acusar a Kirchner de coludir con Irán para permitir que los autores del atentado quedaran en libertad, sigue sin resolverse.
El líder argentino Alberto Fernández, quien eligió a Kirchner como su vicepresidente, dice que duda que Nissman haya muerto por suicidio, a pesar de que reconoce que “no hay ni una pizca de prueba” de que haya sido asesinado.
Otro de los casos más famosos de Claudio Bonadio contra Kirchner fue el llamado escándalo de los cuadernos de corrupción.
Se trata de los meticulosos registros que lleva un chofer del gobierno, Oscar Centeno, de sobornos en efectivo -supuestamente por valor de 160 millones de dólares entre 2005 y 2015- que, según se dice, han sido entregados por empresarios a funcionarios del gobierno.
Kirchner solía llamar a Bonadio el “juez de los pistoleros” en referencia a un robo callejero de 2001 en el que mató a tiros a dos ladrones.