Carlos Vecchio, representante del líder de la oposición Juan Guaidó en Estados Unidos, dijo que el papel de Rusia en el apoyo a Maduro era de creciente preocupación, ya que la crisis política de Venezuela, miembro de la OPEP, se ha prolongado.
“Solicito a la comunidad internacional que responsabilice a Rusia por lo que está haciendo en Venezuela”, dijo Vecchio a los periodistas en Washington. La campaña de presión, dijo, debería extenderse también al gigante petrolero ruso Rosneft, que ha ayudado a Venezuela a comercializar su crudo desde que Washington impuso sanciones a la empresa petrolera estatal del país sudamericano, PDVSA, el pasado mes de enero.
Desde principios del año pasado, Estados Unidos y decenas de aliados han reconocido a Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, como el legítimo presidente “interino” de Venezuela.
Maduro sigue en el poder, después de que los militares se mantuvieran leales a él a pesar de los llamados al golpe, así como Rusia, China y Cuba. Un alto funcionario de la administración de la Casa Blanca dijo a Reuters en octubre que la frustración del presidente Donald Trump por la falta de resultados había estimulado a los ayudantes a preparar otras acciones.
El enfoque de Vecchio en Rusia hace eco de los comentarios de Elliott Abrams, el enviado de la administración Trump a Venezuela, quien dijo a los periodistas a principios de esta semana que “a medida que el régimen se ha vuelto más y más desesperado… han confiado más y más en Rusia”.
Abrams dijo a Reuters en octubre que la administración estaba tomando “una mirada más cercana” al papel de Rusia para ayudar a Maduro a permanecer en el poder. Pero desde entonces Estados Unidos no ha tomado ninguna acción importante contra Moscú por sus lazos con Venezuela.
Vecchio dijo que la Unión Europea y el resto de la comunidad internacional también deberían tomar nuevas medidas contra Rusia, incluyendo sanciones.
Moscú ha actuado como prestamista de último recurso para Venezuela, con el gobierno y Rosneft proporcionando al menos 17.000 millones de dólares en préstamos y líneas de crédito desde 2006.
Guaidó invocó la constitución en enero pasado para asumir una presidencia rival, alegando que la reelección de Maduro en 2018 era una farsa. Maduro ha acusado a Guaidó de liderar un intento de golpe de estado orquestado por Estados Unidos.