En diciembre de 2014, durante la celebración de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático en Perú, a la que asistieron 12.000 delegados y un millar de periodistas, el grupo libanés Hezbolá, auspiciado por Irán, pretendía dar un gran golpe terrorista en el país de una magnitud no vista desde los días más sangrientos de Sendero Luminoso. Este plan se frustró con la detención del libanés Mohamad Ghaleb Hamdar, el 28 de octubre de ese año, en el barrio de Surquillo de Lima. La investigación reveló que Hamdar proporcionó apoyo logístico a Hezbolá para llevar a cabo el atentado, que finalmente fue frustrado. Según el experto en seguridad internacional Joseph Michael Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Segura y Libre, la detención de Hamdar subraya la creciente amenaza del terrorismo islamista apoyado por Irán -con Hezbolá como brazo ejecutor- en Perú como parte de su estrategia para establecer su presencia en América Latina.
Humire estuvo de visita en Perú, en Lima los días 16 y 17 de mayo para presentar a la opinión pública los resultados de su investigación sobre esta amenaza terrorista y el alcance de las redes de Hezbolá en el país.
En los últimos años se ha identificado a unos 150 peruanos convertidos al Islam chiíta, sobre todo en el sur del país, de los cuales una veintena se han ido a Irán. Gran parte de esta red de adoctrinamiento islámico procede de los etnocaceristas, una doctrina política indígena nacionalista. Los etnocaceristas cuentan con una unidad paramilitar, la Asociación Plurinacional de Reservistas del Tahuantinsuyo (ASPRET), que colabora estrechamente con la organización islamista Inkarri Islam para reclutar y adoctrinar a los jóvenes desarraigados de todo el país. Al mismo tiempo, en los últimos cinco años, se han abierto centros islámicos chiítas en Cusco, Puno, Arequipa y Lima para “promover la revolución iraní en Perú”, concluye Humire. “A través de estos centros islámicos, Irán y Hezbolá están introduciendo a la población indígena del país anfitrión. El creciente control de los etnocaceristas facilita que Teherán cuente con una fuerza proxy para lograr sus objetivos estratégicos en Perú”.
Las agencias de inteligencia peruanas señalan a Edwar Quiroga Vargas como una importante conexión política con Irán. Quiroga ha visitado repetidamente el régimen de los ayatolás, con los que inició una relación en 2009 a través de la participación en reuniones de la organización bolivariana ALBA. Fue Quiroga quien se encargó de abrir el Centro del Islam Inkarri en 2012, tras pasar tres meses en Irán.
“Es importante señalar que Quiroga se ha presentado en repetidas ocasiones a la presidencia de la provincia de Abancay en las listas de Etnocaceristas y como parte del Frente Amplio, la coalición política que apoyó a la candidata Verónica Mendoza a la presidencia de Perú”, subraya Jumire.
Quiroga, que ha negado reiteradamente que Hezbolá sea una organización terrorista (a pesar de que la mayoría de la comunidad internacional, Estados Unidos y la Unión Europea, la reconocen como tal), es la cabeza de una estrategia iraní para patrocinar a futuros líderes con creciente influencia política en Perú.
¿Por qué Perú?
Según Humire, el hecho de que Hezbolá haya crecido con fuerza en países vecinos como Brasil, Bolivia y Ecuador pone al Perú en el punto de mira del terrorismo islamista y establece un paralelismo entre las condiciones de Argentina que llevaron al atentado de la AMIA (Buenos Aires, 1994, 85 muertos) y las actuales del Perú.
“En primer lugar, por la permeabilidad de la actividad criminal en la zona del VRAEM, cerca de la triple frontera entre Perú, Chile y Bolivia (así como la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina), donde también se han encontrado altos niveles de actividad de la droga mexicana y colombiana, con estrechos vínculos con Hezbolá”, concluye Humire, “y en segundo lugar, al igual que Argentina, Perú cuenta con una influyente comunidad judía políticamente activa en el país, lo que conlleva estrechos vínculos comerciales y militares con Israel. Como en el caso de Argentina, esta situación es un desafío para Irán y Hezbolá, cuya estrategia es socavar la influencia de Israel en el mundo”.
Actualización al 14/06/2021:
El programa periodístico Beto a Saber, dirigido por el periodista peruano Humberto Ortiz, reveló un audio en el que el islamista apodado Inkarri Islam revela su apoyo desde las sombras al candidato presidencial Pedro Castillo.
El operador islamista pro-iraní, en una conversación con el periodista Fernando Luceda, afirma que la campaña del candidato del partido comunista Perú Libre, ha sido financiada por microempresarios con los que actualmente se encuentra en deuda. Además, declara que este proceso electoral en el país latinoamericano constituye “una oportunidad histórica para la revolución”.
Al mismo estilo que las prácticas islamistas más extremas, el representante islámico en Perú amenaza con utilizar un “machete” para comenzar a llevar a cabo decapitaciones, si la candidata rival, Keiko Fujimori, obtiene la victoria en el tenso recuento de actas electorales en el Perú. No especificó quiénes serían sus objetivos en particular.