Venezuela está considerando entregar el “control total” de su asediada compañía petrolera estatal PDVSA a Rosneft de Rusia, según informes en un periódico venezolano citado por los medios rusos.
A cambio, Rusia podría ofrecer alivio de la deuda a Venezuela, informa El Nacional, citando fuentes dentro de la industria petrolera venezolana.
Según los informes, el acuerdo ha sido bien recibido en Rusia, y se dice que Rosneft envió equipos técnicos a Venezuela para prepararse para intensificar su participación con el gigante petrolero nacional PDVSA. El Nacional dice que la transferencia no equivaldría a la privatización de la compañía, y no está claro cuál sería el mecanismo legal para cualquier acuerdo.
Rosneft dijo que las propuestas eran “rumores” y se negó a hacer más comentarios.
“Hablando francamente, parece extraño”, dijo Alexander Korolkov, experto en el Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia (RIAC) al Moscow Times.
“Para mí, hay más preguntas que respuestas sobre estos rumores. ¿Por qué quieren dar el control a Rosneft? Le deben mucho más a China que a Rusia”
“Y no estoy seguro de que Rosneft realmente necesite este tipo de ‘regalo’. El “control” aquí puede significar no un control directo sobre el negocio sino un nuevo nivel de coordinación en el mercado petrolero. Supongo que podría haber un equipo asesor de Rosneft que brinde apoyo a los locales en términos de reformas”.
Cualquier cambio en la estructura de control en PDVSA necesitaría ser aprobado por la Asamblea Nacional de Venezuela, el parlamento del país, que está controlado por el principal opositor al dictador Nicolás Maduro, Juan Guaidó, quien ha recibido amplio respaldo internacional con el reconocimiento de su cargo como presidente constitucional de Venezuela. Después de una disputada elección en enero de 2019, más de 50 países reconocieron a Guaidó como presidente interino de Venezuela, incluidos Estados Unidos y la mayoría de América Latina y Europa, mientras que Rusia y otros 20 estados continuaron respaldando a Maduro.