Alemania y Holanda dijeron el miércoles que suspendían las operaciones de entrenamiento militar en Irak cuando Estados Unidos advirtió sobre el aumento de las amenazas de las fuerzas apoyadas por Irán en medio de una escalada de tensiones entre Washington y Teherán.
Un portavoz del Ministerio de Defensa alemán dijo que Berlín no tenía indicios propios de ningún ataque inminente a los intereses occidentales por parte de Irán y dijo que los programas de capacitación podrían reanudarse en los próximos días.
“El ejército alemán ha suspendido el entrenamiento”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Jens Flosdorff, y agregó que había una “mayor alerta y conciencia general” para los soldados que operan actualmente en la región.
Una fuente del gobierno holandés también anunció una suspensión de las operaciones de entrenamiento militar, citando una amenaza de seguridad no especificada.
Alemania tiene 160 soldados involucrados en el entrenamiento de las fuerzas iraquíes que intentan contener a los terroristas del Estado Islámico. Holanda tiene 169 militares y personal civil en Irak, incluyendo unos 50 en Erbil, donde están ayudando a entrenar a las tropas kurdas.
La agencia holandesa de noticias ANP dijo que se había ordenado a las fuerzas holandesas permanecer en el interior desde el domingo.
El miércoles, más temprano, el Departamento de Estado de EE. UU. ordenó la retirada de algunos empleados tanto de su embajada en Bagdad como de su consulado en Erbil.
La orden se produjo a medida que aumentan las tensiones entre Estados Unidos e Irán. Washington ha aplicado nuevas sanciones sobre Teherán y ha enviado fuerzas adicionales a Medio Oriente, diciendo que hay una amenaza creciente de Irán para los intereses estadounidenses allí.
El año pasado, Estados Unidos cerró su consulado en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, que fue golpeada por la protesta, y culpó al “fuego indirecto” de las fuerzas respaldadas por Irán.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien ha hecho de la reducción de la influencia iraní en la región una prioridad absoluta, la semana pasada realizó un viaje sorpresa a Bagdad para reforzar los lazos con Irak.
Se negó a entrar en más detalles sobre el presunto complot, que ha sido objeto de escepticismo en numerosos sectores, incluso de legisladores demócratas que temen que la administración de Trump esté tratando de iniciar una guerra con Irán.
El miércoles, un portavoz del Departamento de Estado dijo a la AFP que la partida de personal que no es de emergencia se produjo en respuesta al “aumento de la amenaza que estamos viendo en Irak”.