El jueves, el fuego de artillería transfronterizo de Pakistán mató a por lo menos 15 civiles en Afganistán, informaron funcionarios afganos, lo que llevó a Kabul a poner en alerta a sus fuerzas terrestres y aéreas.
El fuego de artillería se produjo después de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad pakistaníes y afganas en el cruce fronterizo cerrado de Chaman-Spin Boldak, donde las multitudes de ambos lados esperaban para cruzar para la fiesta musulmana de Eid al-Adha.
“Si el ejército pakistaní continúa sus ataques con cohetes en territorio afgano, se enfrentarán a las represalias del ejército afgano”, advirtió el Ministerio de Defensa de Afganistán en un comunicado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y el ejército pakistaní no respondieron inmediatamente a las solicitudes de Reuters para hacer comentarios, pero el Ministro de Relaciones Exteriores Shah Mahmood Qureshi declaró a los periodistas que el asunto había sido tratado con las autoridades afganas y esperaba que se resolviera amistosamente.
Pakistán y Afganistán son ambos aliados de los Estados Unidos, pero sus relaciones rara vez han sido estrechas.
Afganistán ha acusado durante años a Pakistán de apoyar a los militantes talibanes. Pakistán niega haberlo hecho y a su vez acusa a Afganistán de apoyar a los militantes que luchan contra el gobierno pakistaní.
El gobernador de la provincia de Kandahar, en el sudeste de Afganistán, Hayatullah Hayat, señaló que los proyectiles cayeron en las zonas residenciales de Spin Boldak y que entre los 15 muertos y 80 heridos había mujeres y niños.
Funcionarios hospitalarios del Pakistán informaron a Reuters que se habían llevado tres cadáveres y 20 personas con heridas de bala después de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Intercambiaron fuego cuando las multitudes que esperaban cruzar a Afganistán se volvieron revoltosas y atacaron las instalaciones pakistaníes, manifestó un funcionario pakistaní.
El cruce, en su mayor parte cerrado a los peatones durante la pandemia del coronavirus, se abrió brevemente el miércoles y debía abrirse de nuevo el jueves para permitir a los nacionales de ambos países cruzar para el Eid, que cae el viernes en Afganistán y el sábado en Pakistán.
Cuando no abrió, una gran multitud se reunió para protestar, y un centro de cuarentena y una instalación del gobierno pakistaní para procesar el movimiento en el cruce fueron quemados, un funcionario pakistaní en la frontera afirmó a Reuters.
Un funcionario de la administración de Chaman, Zakaullah Durrani, explicó a Reuters que la situación en la frontera seguía siendo tensa.