BAGDAD (AP) – Dos aviones no tripulados cargados de explosivos que tenían como objetivo una base militar iraquí que albergaba tropas estadounidenses en la provincia occidental de Anbar fueron destruidos el martes, según informó un funcionario de la coalición.
Se trata del segundo intento de ataque de este tipo que coincide con el aniversario del ataque aéreo estadounidense de 2020 que mató a un alto general iraní cerca del aeropuerto de Bagdad. El lunes, dos drones armados fueron derribados cuando se dirigían a una instalación que alberga a asesores estadounidenses en el aeropuerto de Bagdad.
Según el funcionario, los drones de ala fija equipados con explosivos fueron atacados y destruidos por las capacidades defensivas de la base aérea de Ain al-Asad. Un comunicado militar iraquí confirmó el intento de ataque, diciendo que los drones fueron derribados fuera de los parámetros de la base aérea. La base alberga tropas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que lucha contra el grupo Estado Islámico en Irak.
En el ataque del lunes, los drones fueron derribados por el sistema de defensa C-RAM que protege las instalaciones estadounidenses en Irak, y no hubo informes de daños o lesiones por el incidente. Ningún grupo reivindicó el ataque, aunque una de las alas de los drones tenía pintadas las palabras “Venganza de Soleimani”, según la coalición y funcionarios iraquíes.
“Estos son ataques contra instalaciones iraquíes y un ataque contra el pueblo iraquí y los militares que lo protegen”, dijo el funcionario de la coalición. “Mantenemos una huella mínima en las bases iraquíes”.
“La coalición ya no tiene bases propias en Irak”, añadió el funcionario, que habló bajo condición de anonimato de acuerdo con la normativa.
El ataque estadounidense con drones de 2020 en el aeropuerto de Bagdad mató al general Qassem Soleimani, que era el jefe de la Fuerza Quds de élite de Irán, y a Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las milicias respaldadas por Irán en Irak, conocidas como Fuerzas de Movilización Popular.
Las facciones chiíes proiraníes de Irak han prometido vengarse de la matanza y han condicionado el fin de los ataques contra la presencia estadounidense en Irak a la salida total de las tropas estadounidenses del país.
La coalición liderada por Estados Unidos finalizó formalmente el mes pasado su misión de combate de apoyo a las fuerzas iraquíes en la actual lucha contra el grupo Estado Islámico. Unos 2.500 soldados permanecerán mientras la coalición pasa a una misión de asesoramiento para seguir apoyando a las fuerzas iraquíes.
“Aunque hemos terminado nuestra misión de combate, mantenemos el derecho inherente de autodefensa”, dijo el martes el funcionario de la coalición.