En un movimiento que nadie puede entender, los funcionarios estadounidenses en Kabul dieron a los talibanes una lista de nombres de ciudadanos estadounidenses, titulares de tarjetas verdes y aliados afganos, creyendo que los talibanes les permitirían entrar en el perímetro exterior del aeropuerto de la ciudad, controlado por los islamistas. Los legisladores y los militares están indignados.
La insensata medida fue diseñada para acelerar la evacuación de decenas de miles de personas de Kabul antes de la fecha límite del 31 de agosto. También se produjo cuando el gobierno de Biden comenzó a confiar en los talibanes para la seguridad fuera del aeropuerto. Desde entonces, el ISIS-K ha establecido fuerzas en torno al pronto renombrado Aeropuerto Internacional Hamid Karzai.
“Básicamente, acaban de poner a todos esos afganos en una lista de asesinatos”, dijo un funcionario de defensa que, como otros, habló bajo condición de anonimato. “Es simplemente atroz y chocante y te hace sentir sucio”.
Los talibanes ejecutaron al general Haji Mullah Achakzai, jefe de policía de la provincia de Badghis. Luchó contra los talibanes. Le dijeron que no lo matarían si se rendía.
La región que rodea el aeropuerto de Kabul está fuera de control. Se esperan más ataques.
El presidente Biden aseguró a la nación que no habría un “momento Saigón” en Kabul, pero hasta ahora parece mucho peor.
Recientemente, Estados Unidos retiró personal militar, para luego devolver varios miles más para ayudar en la evacuación.