El presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi anunció el sábado una nueva iniciativa de paz para Libia, acompañado por el comandante de la nación oriental devastada por la guerra, Khalifa Haftar, que propone un consejo de liderazgo elegido y un cese del fuego a partir del 8 de junio.
Sisi, quien también estuvo acompañado en El Cairo por el jefe del parlamento libio oriental, Aguila Saleh, dijo que el plan incluía un llamado a negociaciones en Ginebra y a la salida de todos los combatientes extranjeros de Libia.
Libia no ha tenido una autoridad central estable desde que el dictador Muammar Gaddafi fue derrocado por los rebeldes apoyados por la OTAN en 2011. Durante más de cinco años ha tenido parlamentos y gobiernos rivales en el este y el oeste, con calles a menudo controladas por grupos armados.
El anuncio de Sisi se produce tras el abrupto colapso de una ofensiva de 14 meses del Ejército Nacional Libio (LNA) de Haftar para intentar tomar el control de la capital, Trípoli.
La retirada, que socava muchos de los logros de Haftar del año pasado cuando avanzó hacia Trípoli, extiende el control del rival Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) a la mayor parte del noroeste de Libia. Sin embargo, Haftar y los grupos aliados siguen controlando el este y gran parte del sur, así como la mayoría de los campos petrolíferos de Libia.
Egipto, junto con los Emiratos Árabes Unidos y Rusia, ha prestado apoyo a Haftar, pero ese respaldo ha sido superado en los últimos meses por el respaldo militar turco al GNA.
Haftar es una figura profundamente divisiva cuya ofensiva puso en marcha un proceso de paz liderado por las Naciones Unidas, y no está claro cuánta tracción podría ganar cualquier iniciativa propuesta por él o sus aliados.
Múltiples intentos anteriores de establecer treguas y volver a las negociaciones han fracasado, aunque las Naciones Unidas han empezado a mantener conversaciones separadas con ambas partes para un acuerdo de alto el fuego en los últimos días.