AL-AIN, Líbano (Reuters) – Hezbolá comenzó a introducir combustible iraní en el Líbano a través de Siria el jueves, una medida que el grupo terrorista chiíta dice que debería aliviar una crisis energética agobiante, pero que, según sus opositores, corre el riesgo de provocar sanciones de Estados Unidos.
Decenas de camiones con combustible iraní entraron en el noreste de Líbano cerca de la localidad de al-Ain, donde la bandera amarilla de Hezbolá ondeaba en las farolas.
“Gracias Irán. Gracias Siria de Assad”, decía una pancarta, en referencia al dictador sirio Bashar Assad.
Los camiones hicieron sonar sus bocinas a su paso por Al Ain. Algunos espectadores agitaron la bandera de Hezbolá, mientras una mujer y un niño lanzaban pétalos a un vehículo.
Hezbolá, respaldado por Irán, ha dicho que el barco que transportaba el combustible atracó en Siria el domingo después de que le dijeran que ir al Líbano podría suponer un riesgo de sanciones.
Washington ha reiterado que las sanciones de Estados Unidos a las ventas de petróleo iraní siguen vigentes. Pero no ha dicho si está considerando la posibilidad de tomar alguna medida por el movimiento de Hezbolá, al que designa como grupo terrorista.
El gobierno libanés ha dicho que no se pidió su permiso para importar el combustible. Una fuente de seguridad dijo que los camiones cisterna pasaron por un paso fronterizo no oficial.
Este movimiento supone una ampliación del papel de Hezbolá en el Líbano, donde los críticos llevan tiempo acusando al grupo fuertemente armado de actuar como un Estado dentro del Estado.
Fundada por la Guardia Revolucionaria iraní en 1982, Hezbolá forma parte desde hace tiempo del sistema de gobierno libanés, con ministros y miembros del parlamento.
Ha librado numerosas guerras con Israel y sus combatientes han ayudado a Assad en la guerra de Siria.
Hezbolá ha dicho que donará fuel a las instituciones que lo necesiten, como hospitales y orfanatos del gobierno, y que lo venderá a “un precio adecuado” a otras, como hospitales privados, almacenes médicos y molinos de harina.
Romper el “asedio estadounidense”
La crisis energética es el resultado de un colapso financiero desde 2019, que ha hundido la moneda en un 90% aproximadamente y ha sumido a más de tres cuartas partes de la población en la pobreza.
El suministro de combustible se ha agotado porque Líbano no tiene suficientes divisas para cubrir incluso las importaciones vitales, lo que ha obligado a reducir o cerrar los servicios esenciales, incluidos algunos hospitales, y ha provocado numerosos incidentes de seguridad.
Hezbolá declaró que había roto un “asedio estadounidense”.
El sistema financiero del Líbano se ha desmoronado como consecuencia de décadas de gasto despilfarrador por parte de un Estado plagado de corrupción y despilfarro, y de la forma insostenible en que se financiaba.
El embajador francés reprendió al ex primer ministro en julio por decir que Líbano estaba asediado, afirmando que la crisis era el resultado de años de mala gestión e inacción por parte de Líbano.
Los gobiernos occidentales y las instituciones donantes han dicho que desbloquearán la ayuda una vez que Líbano promulgue las reformas.
Estados Unidos, uno de los principales proveedores de ayuda humanitaria y militar al Líbano, respalda un plan para aliviar la crisis energética mediante el uso de gas natural egipcio canalizado a través de Jordania y Siria. El embajador estadounidense ha dicho que Líbano no necesita combustible iraní.
El líder terrorista de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, ha declarado que un segundo barco con fuel llegará al puerto sirio de Baniyas en unos días, y que un tercero y un cuarto, con gasolina y fuel respectivamente, también llegarán.
El nuevo gobierno pretende reanudar las conversaciones con el FMI para hacer frente a la crisis.