BEIRUT: El éxito de las conversaciones fronterizas con Israel podría revivir la devastada economía del Líbano y eliminar la justificación de Hezbolá para sus armas, dijeron analistas a Arab News el sábado.
La primera sesión de conversaciones entre libaneses e israelíes mediada por EE.UU. bajo los auspicios de la ONU tendrá lugar el 14 de octubre en la ciudad fronteriza libanesa de Naqoura. Las negociaciones tienen como objetivo demarcar la frontera marítima en disputa y, más tarde, la frontera terrestre.
El Líbano espera que el éxito de las conversaciones proporcione un entorno de seguridad adecuado para que las empresas de petróleo y gas realicen exploraciones frente a sus costas. La primera sesión tendrá una representación de bajo nivel, con funcionarios militares y del Ministerio de Energía representando al Líbano.
El Líbano e Israel están técnicamente en guerra, y no hay fronteras terrestres o marítimas acordadas entre ellos. Varios puntos de la frontera terrestre demarcada por la ONU – la Línea Azul – son disputados por los dos países.
El Líbano firmó sus primeros contratos de exploración y producción de petróleo y gas en el mar en 2018 con tres compañías – la francesa Total, la italiana Eni y la rusa Novatek – para explorar el Bloque 4 y el Bloque 9 en el Mediterráneo. Este último bloque es disputado por Israel.
Una exploración exitosa proveería un salvavidas para la debilitada economía del Líbano. Los contratos firmados entre el Líbano y el consorcio obligan a la perforación de un pozo de exploración antes de finales de 2020. Estas empresas tienen dos opciones: O bien continuar con la perforación a pesar de la disputa entre Israel y el Líbano, o negociar con Beirut para posponer la exploración.
“Negociar con Israel tiene importantes resultados políticos y de seguridad, ya que conducirá a la reducción de las tensiones actuales”, dijo Mohanad Hage Ali, investigador del Centro Carnegie de Oriente Medio.
Dijo que la demarcación de las fronteras “eliminaría la justificación de la milicia chiíta libanesa Hezbolá para poseer armas”.
“El Líbano está entrando en una nueva fase. Es posible negociar una solución final al conflicto libanés-israelí, y entonces las armas se incluirán en la fórmula interna del Líbano y, a través de una fase gradual, en una estrategia militar”, dijo.
“El ejército libanés, por lo tanto, se convierte en el paraguas, y los cuadros de Hezbolá pueden integrarse en el ejército o ser un ala independiente bajo el mando del ejército, a cambio de una ganancia política que no viole el equilibrio y la paridad”. Se habla de hacer que el mando del ejército sea chiíta”.
Sobre la viabilidad de la exploración de gas y petróleo, Ali dijo: “La clase política en el Líbano ha sido demasiado lenta con esto, pero la revolución del gas seguirá siendo un hecho, y a través de acuerdos bilaterales, el Líbano puede ponerse al día”.