BEIRUT (Reuters) – El presidente de Líbano, Michel Aoun, dijo el viernes al fiscal del país que estaba dispuesto a dar explicaciones sobre la explosión del puerto de la capital, Beirut, el año pasado, si era necesario.
“Nadie está por encima de la ley, por muy alto que sea, y la justicia solo puede alcanzarse a través de los poderes judiciales especializados que ofrecen garantías”, dijo Aoun al fiscal Ghassan Ouidat durante una reunión, según un comunicado difundido por la oficina del presidente.
La explosión del 4 de agosto en el puerto, causada por una enorme cantidad de nitrato de amonio almacenado de forma insegura durante años, mató a más de 200 personas, hirió a miles y destruyó amplias zonas de la capital.
La investigación sobre la explosión, dirigida por el juez Tarek Bitar, se ha visto obstaculizada durante el último mes, ya que las solicitudes enviadas al Parlamento y al gobierno para levantar la inmunidad y permitir el interrogatorio de varios altos funcionarios fueron rechazadas o paralizadas.
Muchos libaneses están enfadados porque, casi un año después del incidente, todavía no se ha responsabilizado a ningún alto cargo.
El influyente presidente del parlamento, Nabih Berri, dijo el jueves que la legislatura estaba dispuesta a levantar la inmunidad de sus miembros para permitir el interrogatorio, pero no detalló cuándo ni cómo se haría.
El costo de los daños materiales de la explosión oscila entre 3.800 y 4.600 millones de dólares, mientras que los daños económicos ascendieron a entre 2.900 y 3.500 millones de dólares, según una estimación del Banco Mundial.
Los sectores económicos más afectados fueron la vivienda, el transporte y el patrimonio cultural, incluidos los sitios religiosos y arqueológicos, los monumentos nacionales, los teatros, los archivos y las bibliotecas, según el estudio.
Además de provocar una recesión más profunda, la explosión aumentó la pobreza, que según el banco ya afectaba al 45 por ciento de la población.
Para muchos libaneses la explosión fue síntoma de años de abandono por parte de las autoridades mientras la corrupción prosperaba.