BAGDAD, Irak – El poderoso clérigo chiíta iraquí Muqtada al-Sadr anunció el lunes que abandona la política, tras un estancamiento político de casi un año que ha dejado al país sin un nuevo gobierno.
“He decidido no inmiscuirme en los asuntos políticos. Por lo tanto, anuncio ahora mi retiro definitivo”, dijo Sadr, un actor de larga data en la escena política del país devastado por la guerra.
Hizo el anuncio en Twitter, donde añadió que “todas las instituciones” vinculadas a su movimiento sadrista serán cerradas, excepto el mausoleo de su padre, asesinado en 1999, y otras instalaciones patrimoniales.
Sus últimas declaraciones se produjeron dos días después de que dijera que “todos los partidos”, incluido el suyo, deberían renunciar a sus cargos en el gobierno para ayudar a resolver una crisis política que dura ya varios meses.
Desde las elecciones legislativas de octubre del año pasado, el bloqueo político ha dejado al país sin nuevo gobierno, primer ministro o presidente, debido al desacuerdo entre las facciones para formar una coalición.
Sadr y sus partidarios han estado pidiendo que se disuelva el parlamento y se celebren nuevas elecciones, pero el sábado dijo que hacerlo no era “tan importante”.
En cambio, es “más importante” que “todos los partidos y figuras que han formado parte del proceso político” desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 “dejen de participar”, dijo Sadr.
“Eso incluye al movimiento sadrista”, dijo, y añadió que estaba dispuesto a firmar un acuerdo en ese sentido “en un plazo de 72 horas”.
El predicador de barba gris tiene millones de devotos seguidores y en su día dirigió una milicia contra las fuerzas estadounidenses y del gobierno iraquí, tras el derrocamiento del dictador Sadam Husein en la invasión.
A lo largo de los años, esta figura camaleónica ha adoptado diversas posturas y luego ha dado marcha atrás.
Los partidarios de Sadr llevan semanas organizando una concentración ante el Parlamento iraquí, tras haber asaltado inicialmente el interior de la legislatura el 30 de julio, para presionar por sus demandas.
Se enfadaron después de que sus rivales chiíes, el Marco de Coordinación proiraní, designaran a un candidato que consideraban inaceptable para primer ministro.
Los rivales de Sadr en el Marco quieren que se nombre a un nuevo jefe de gobierno antes de que se celebren nuevos comicios.
El primer ministro interino, Mustafa al-Kadhimi, convocó a principios de este mes unas conversaciones de crisis con los líderes del partido, pero fueron boicoteadas por los sadristas.
Los iraquíes afirman que las luchas políticas internas no tienen nada que ver con su lucha diaria.
Irak ha sido asolado por décadas de conflicto y corrupción endémica.
Rico en petróleo, pero asolado por unas infraestructuras deterioradas, el desempleo, los cortes de electricidad y unos servicios públicos en ruinas, Irak se enfrenta ahora también a la escasez de agua a causa de la sequía que asola amplias zonas del país.