La embajadora de EE.UU. en el Líbano dijo el lunes después de reunirse con el ministro de relaciones exteriores del país que han “pasado la página” de una decisión judicial emitida el fin de semana que prohíbe a los medios de comunicación locales y extranjeros entrevistar a la enviada por sus comentarios sobre Hezbolá.
Un juez ordenó la prohibición de un año después de que la embajadora estadounidense Dorothy Shea dijera a la cadena de televisión Al-Hadath, de propiedad saudí, que Washington está “muy preocupado” por el papel del grupo terrorista apoyado por Irán en el gobierno.
Dijo que el Líbano se está tambaleando por los años de corrupción de los sucesivos gobiernos y acusó a Hezbolá de desviar fondos del gobierno para sus propios fines y de obstruir las reformas económicas necesarias.
Los críticos consideraron sus comentarios como una interferencia extranjera en los asuntos libaneses, pero el fallo de la jueza también fue duramente criticado por muchos en el Líbano, donde los medios de comunicación gozan de mucha más libertad que en muchos otros Estados árabes.
El lunes, Shea leyó una breve declaración en la que dijo que su reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores Nassif Hitti fue “positiva”.
“Pasamos la página de esta desafortunada distracción para que todos podamos centrarnos en la verdadera crisis que nos ocupa, que es el deterioro de la situación económica del Líbano”, dijo.
Unos cuantos manifestantes hicieron una sentada frente al Ministerio de Asuntos Exteriores durante la reunión.
El fallo del tribunal sigue en vigor, pero parece poco probable que se aplique.
El Líbano, uno de los países más endeudados del mundo, está sumido en su peor crisis económica en décadas. Recientemente dejó de pagar su deuda y ha estado negociando con el Fondo Monetario Internacional durante semanas sin ningún avance hasta ahora.
La moneda local perdió más del 80 por ciento de su valor frente al dólar estadounidense en los últimos meses en medio de la subida de los precios y el descontento popular.
La decisión judicial del juez libanés reflejó el aumento de la tensión entre los Estados Unidos y Hezbolá, y reveló una creciente división entre los grupos en el Líbano en medio de la crisis.
Shea dijo que los EE.UU. están listos y seguirán ayudando al pueblo libanés mientras el gobierno toma las medidas necesarias para abordar las causas subyacentes de la crisis.
La Agencia Nacional de Noticias del Estado citó a Hitti diciendo durante la reunión que la libertad de prensa y de opinión son un “derecho sagrado” en el país.
Hitti, que había convocado a Shea a la reunión, también dijo que es importante que Beirut y Washington continúen su cooperación en todos los ámbitos para ayudar al Líbano a superar la crisis.
Hezbolá y sus aliados son dominantes en el parlamento y apoyan al gobierno actual. Washington lo ha designado como un grupo terrorista y los Estados Unidos han ampliado recientemente las sanciones contra él.
Sin embargo, Washington es uno de los mayores donantes del ejército libanés, lo que constituye uno de los equilibrios diplomáticos más complicados de la región.