Los Emiratos Árabes Unidos condenaron el domingo el asesinato de un importante científico nuclear iraní, que se ha atribuido a Israel.
“Los Emiratos condenan el crimen del asesinato de Mohsen Fakhrizadeh. Hace un llamamiento a todas las partes para que practiquen la mayor moderación posible a fin de evitar arrastrar a la región a nuevos niveles de inestabilidad y amenazas a la paz”, dijo su Ministerio de Asuntos Exteriores.
Israel y los Emiratos Árabes Unidos establecieron recientemente relaciones diplomáticas, un acuerdo que se anuncia como acelerado por las preocupaciones comunes de los países sobre Irán.
Mientras que Abu Dhabi es parte de un bloque regional que se opone a la expansión de la influencia iraní, los Emiratos Árabes Unidos han tomado ocasionalmente una línea más suave sobre Teherán que sus vecinos. En febrero de 2020, el Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, dijo a la televisión saudí que los EAU apoyaban la desescalada con Irán con miras a un acuerdo político.
A diferencia de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos e Irán tienen estrechos lazos económicos y mantienen embajadas en sus respectivos países. Arabia Saudí evacuó su propia misión diplomática en 2016, cuando una turba iraní atacó la embajada tras la ejecución saudí de un clérigo chií.
La condena de los Emiratos Árabes Unidos llegó horas después de que un reportaje de la televisión israelí dijera que a Israel le preocupa que Irán pueda atacar a los turistas israelíes que visitan los Emiratos Árabes Unidos como represalia por el asesinato.
El asesinato de Fakhrizadeh provocó una amplia condena internacional.
Irán ha acusado explícitamente a Israel de ser responsable del ataque y ha amenazado con vengarse por ello.
Las Naciones Unidas y la Unión Europea criticaron la operación, sin nombrar a Israel, diciendo que inflamaba las tensiones en la región. Algunos demócratas estadounidenses también se pronunciaron en contra de la redada, diciendo que parecía ser “un esfuerzo para obstaculizar los esfuerzos del presidente electo de EE.UU., Joe Biden, para reincorporarse al acuerdo nuclear de 2015”, un movimiento al que Jerusalén se opone incondicionalmente junto con varios Estados árabes suníes.
Omán, otro país con el que Israel busca normalizar los lazos, también denunció la matanza.
Mientras que Israel se mantuvo oficialmente callado sobre el asesinato de Fakhrizadeh y su supuesto papel en él, un ministro israelí elogió públicamente los resultados de la operación.
“El asesinato en Irán, quienquiera que lo haya hecho, no solo sirve a Israel, sino a toda la región y al mundo”, dijo el domingo el Ministro de Energía Yuval Steinitz a la emisora pública de Kan.
Fakhrizadeh fue nombrado por el primer ministro Benjamin Netanyahu en 2018 como director del proyecto de armas nucleares de Irán.
Cuando Netanyahu reveló entonces que Israel había retirado de un almacén en Teherán un vasto archivo de material propio de Irán que detallaba su programa de armas nucleares, dijo: “Recuerda ese nombre, Fakhrizadeh”.