Junto con Arabia Saudita, Estados Unidos está “monitoreando agresivamente las amenazas de misiles iraníes en todo el Medio Oriente”, informó el jueves The Washington Free Beacon, citando a los oficiales militares estadounidenses que informaron al Secretario de Estado Mike Pompeo durante una visita ese día a la Base Aérea Príncipe Sultán de la nación.
La base aérea acogió a más de 2.500 fuerzas estadounidenses adicionales a principios de enero y tiene una avanzada flota de cazas para ayudar a los saudíes a defender su país de los ataques de misiles iraníes, según los oficiales militares estadounidenses, que también informaron a un grupo de reporteros que viajaban con Pompeo.
Estados Unidos también instaló los sistemas de misiles tierra-aire Patriot para disuadir posibles ataques iraníes similares al de septiembre de 2019 en los campos petroleros de Aramco en Arabia Saudita. Irán no ha lanzado ataques a Arabia Saudita desde entonces.
“El hecho de que estemos aquí hoy, el hecho de que tantos jóvenes estadounidenses estén aquí y en otras instalaciones no solo aquí en Arabia Saudita, sino en Irak, de hecho en Qatar… creo que demuestra que la demanda de disuasión se mantiene”, dijo Pompeo. “Basta con mirar el Twitter del ayatolá para saber que se trata de personas que tienen un profundo desdén por las ideas fundamentales que tanto apreciamos en los Estados Unidos de América y que su deseo de borrar del mapa al Estado de Israel y de hacer daño a los Estados Unidos de América permanece y nuestro objetivo es cambiar ese comportamiento del régimen”.
Pompeo dijo a los periodistas que la eliminación del general iraní Qassem Soleimani, llevada a cabo por Estados Unidos, tuvo “múltiples impactos”.
“En primer lugar, creo que demostró determinación. No solo para los Estados Unidos, sino para todas las fuerzas que están trabajando para hacer retroceder a la República Islámica de Irán”, dijo. “Estaba planeando activamente matar a los americanos. Mató a los americanos… y creo que pueden ver que ahora ha proporcionado a los iraníes el conocimiento de que nuestra noción de disuasión es real”.
El embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita, John Abizaid, dijo a los periodistas que Riad “ha hecho una enorme cantidad para reprimir el extremismo islámico suní dentro de sus propias fronteras, y han sido un gran socio de cooperación con nosotros, y seguirán haciéndolo”.
“Ahora cuál es el siguiente trabajo, en algún momento de la historia, esperemos que pronto, el extremismo islámico chiíta liderado por la Fuerza Quds de los Guardias Revolucionarios iraníes se retira”.
Abizaid también dijo que Arabia Saudita “naturalmente se dirigió a nosotros en busca de apoyo, y nuestro apoyo ha sido defensivo. Nunca han pedido apoyo ofensivo. Siempre ha sido un apoyo defensivo”.
Desde que se retiró en mayo de 2018 del acuerdo nuclear con el Irán de 2015, los Estados Unidos han vuelto a imponer las sanciones levantadas en virtud del mismo, junto con la promulgación de nuevas sanciones financieras contra el régimen.
Por ejemplo, el jueves, Estados Unidos sancionó a cinco funcionarios iraníes acusados de impedir que los candidatos se presentaran a lo que el representante especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook, dijo que era “un evento llamado eufemísticamente elecciones” para la legislatura iraní.