Con el plan de soberanía israelí pendiente, el Rey Abdullah II de Jordania y el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, debatieron la asociación estratégica entre los dos países, así como cuestiones relacionadas con el conflicto israelí-palestino.
“Siempre es bueno hablar con Su Majestad @KingAbdullahII. Nuestra firme asociación se basa en un compromiso compartido con la paz y la estabilidad regional. Valoramos la estrecha amistad de Jordania, y seguimos estando juntos en la lucha contra la COVID-19”, escribió Pompeo después de la conversación del jueves.
Los dos países tienen una fuerte relación bilateral, pero están en desacuerdo con el plan de paz del presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Jordania se opone a la disposición del plan de que Israel extienda su soberanía en el 30% de Judea y Samaria, incluyendo el Valle del Jordán.
Jordania ha advertido que tal paso podría dañar y posiblemente anular su tratado de paz de 1994 con Israel.
Sin embargo, en sus lecturas de la conversación, ninguno de los líderes mencionó la palabra anexión o la discordia que ha creado entre ellos.
El Departamento de Estado dijo: “El Secretario Pompeo reafirmó la fortaleza de la relación bilateral entre los Estados Unidos y Jordania, subrayó la importancia de una asociación firme durante la pandemia de COVID-19 y agradeció al Rey Abdullah la generosidad de Jordania al enviar suministros médicos a los Estados Unidos. Los dos también examinaron varios asuntos de interés mutuo, incluidos los acontecimientos en Siria”.
La Agencia de Noticias de Jordania informó de que, además de su cooperación para detener la pandemia de COVID-19 y la asociación estratégica, los dos dirigentes también hablaron de cuestiones regionales, y el Rey Abdullah subrayó la posición de Jordania en esos asuntos, en particular con respecto a los palestinos.
Israel está esperando la luz verde de Washington para avanzar en un plan de soberanía, pero hasta la fecha, los EE.UU. todavía no han dado su aprobación para tal movimiento.
El acuerdo de coalición entre el Likud y el partido Kajol-Lavan permite a Israel avanzar el plan de soberanía ya desde el 1 de julio.
El miércoles, el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, continuó su campaña contra los planes de soberanía israelíes pendientes, advirtiendo que perjudicaría la cooperación entre la Unión Europa e Israel.
“Junto con mis colegas ministros europeos, no escatimaremos esfuerzos diplomáticos para ayudar a Israel a comprender los riesgos de proceder a la anexión unilateral de partes de Judea y Samaria”, dijo Borrell en una declaración que emitió el miércoles por la noche y que se hacía eco de una opinión que había publicado en The Jerusalén Post el mes pasado.
“Europa e Israel están tan cerca geográfica, cultural y económicamente. No le interesa a nadie que esta relación se retracte”, dijo Borrell en una entrada de blog.
Advirtió que la soberanía israelí violaría el derecho internacional, dañaría cualquier posibilidad de una resolución del conflicto con dos Estados, desestabilizaría la región y perjudicaría la seguridad de Israel.
“Como alguien con una conexión personal con la región, he enfatizado, tanto en mis conversaciones privadas con los líderes israelíes como en público, que la anexión pondría en riesgo la buena cooperación con Israel”, dijo Borrell. “Está claro que esto no es lo que queremos”.
Al mismo tiempo, dijo, la Unión Europea “no puede reconocer y no reconocerá los cambios en las fronteras anteriores a 1967 que no sean acordados por ambas partes en el conflicto”.
Borrell habla en nombre de la Unión Europea, pero cualquier nueva acción concreta necesitaría la aprobación de los 27 miembros de la UE, que, en la actualidad, están divididos sobre el tema. Lo más probable es que los miembros de la Unión Europea que se oponen firmemente a la anexión impidan cualquier nuevo acuerdo bilateral de la Unión Europea con Israel, que también necesita la plena aprobación de los 27 miembros, congelando así efectivamente los vínculos entre ambas partes.