Un general de Estados Unidos expresó el miércoles el apoyo de Washington a la estabilidad libanesa en una visita que desencadenó una protesta de los manifestantes, incluyendo a los partidarios del Hezbolá apoyado por Irán, contra las políticas de EE.UU. en el país.
La visita del general Kenneth McKenzie a Beirut, un gran beneficiario de la ayuda militar de Estados Unidos, se produce después de que Hezbolá intensificara las críticas a la embajadora de EE.UU. Dorothy Shea el martes, acusándola de una flagrante interferencia en los asuntos libaneses.
El Líbano está en medio de una aguda crisis financiera considerada como la mayor amenaza a su estabilidad desde la guerra civil de 1975-90.
El fuertemente armado Hezbolá, fundado por los Guardias Revolucionarios de Irán en 1982, está clasificado como un grupo terrorista por los Estados Unidos. También es un actor importante en la política libanesa y respalda al gobierno del Primer Ministro Hassan Diab.
En una declaración de la embajada de Estados Unidos se dice que McKenzie “reafirmó la importancia de preservar la seguridad, la estabilidad y la soberanía del Líbano…”.
Varias docenas de manifestantes, algunos agitando banderas de Hezbolá, se reunieron en el aeropuerto de Beirut en una protesta que, según la televisión al-Manar del grupo, llevaba varios mensajes contra Washington.
Estos incluían el rechazo de un plan de la embajada de Estados Unidos para celebrar un monumento en memoria de 241 miembros del personal de servicio de Estados Unidos muertos en 1983 por un ataque con bomba en Beirut durante la visita de McKenzie, dijo una emisora de al-Manar.
La declaración de la embajada de Estados Unidos dijo que la visita de un día de McKenzie incluía “una breve parada en los monumentos que honran la memoria de los que han muerto en servicio de su país”.
Estados Unidos dice que Hezbolá llevó a cabo el ataque de 1983, que fue precedido por el bombardeo de la embajada de Estados Unidos en Beirut.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, en un discurso el martes por la noche, dijo que Shea había intervenido en los nombramientos oficiales del banco central, llamando a este comportamiento «colonial».
Shea ha dicho que los nombramientos eran un asunto que el Líbano debía decidir y se esforzó en transmitir la importancia de que se nombraran expertos creíbles y respetados internacionalmente.