DOHA – El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró el martes que Estados Unidos está trabajando para garantizar que los vuelos chárter que transportan a ciudadanos estadounidenses y afganos en situación de riesgo puedan salir de Afganistán con seguridad.
Blinken dijo que Estados Unidos había llevado a cabo una labor diplomática con el grupo islamista talibán, que tomó el poder en Afganistán el mes pasado, y que los funcionarios talibanes habían dicho a Washington que dejarían salir libremente de Afganistán a las personas con documentos de viaje.
Blinken y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se encuentran en Qatar para procurar la evacuación de los estadounidenses y afganos que corren peligro tras la toma del poder por los talibanes y para crear un consenso entre los aliados sobre cómo responder al movimiento islamista.
Agradecieron a Qatar su apoyo y sus acciones.
“Qatar fue más allá y su generosidad salvó miles de vidas”, dijo Austin en una conferencia de prensa conjunta en Doha.
El ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, dijo que su país esperaba que el aeropuerto de Kabul estuviera en funcionamiento para los pasajeros en los próximos días, pero que aún no se había llegado a un acuerdo sobre su funcionamiento.
Qatar ha estado trabajando con Turquía y Estados Unidos para restablecer las operaciones en el aeropuerto de Kabul. El jeque Mohammed dijo que el aeropuerto requerirá una mejora en el equipamiento.
Blinken desmintió el martes las informaciones de que los talibanes habían bloqueado a los estadounidenses que intentaban volar desde una ciudad del norte de Afganistán, pero dijo que el grupo no había permitido la salida de vuelos chárter porque algunas personas carecían de documentos de viaje válidos.
En los últimos días se ha informado de que 1.000 personas, entre ellas estadounidenses, llevaban días bloqueadas en el aeropuerto de Mazar-i-Sharif a la espera de que se autorizara la salida de sus vuelos chárter. Un organizador culpó del retraso al Departamento de Estado.