Al menos 78 personas murieron y 4.000 resultaron heridas en la masiva explosión que sacudió Beirut el martes.
Los informes iniciales del Líbano sugieren que la explosión fue un accidente en una fábrica de fuegos artificiales. Sin embargo, las autoridades declararon más tarde que la explosión fue provocada por materiales altamente explosivos que habían sido incautados de un barco y almacenados en el lugar durante años.
El Director General de Seguridad Pública del Líbano, Abbas Ibrahim, dijo: “La zona de almacenamiento contenía materiales altamente explosivos confiscados hace años. Hablar de fuegos artificiales es risible”.
El material explosivo supuestamente contenía nitrato de sodio.
La explosión fue tan masiva que su onda expansiva rompió ventanas a kilómetros de distancia de la explosión.
El gobernador de la ciudad de Beirut, Marwan Aboud, rompió en lágrimas al describir los daños durante una rueda de prensa.
“Beirut es una ciudad de desastre y la escala de los daños es enorme”, dijo Aboud, llamando a la explosión “un desastre nacional similar a Hiroshima”.