En la tarde del martes 22 de septiembre se produjo una explosión masiva en la ciudad de Ain Qana, en el sur del Líbano, en una casa utilizada como almacén de armas de Hezbolá.
Los residentes de la ciudad, que se encuentra a unos 50 km al sur de Beirut en una zona con fuertes vínculos con el grupo terrorista, fueron los primeros en manifestar su preocupación por el hecho de que el edificio estaba siendo utilizado por Hezbolá para almacenar armas. Luego una fuente de seguridad le dijo a Reuters: “La explosión se produjo como resultado de un error técnico en uno de los almacenes de armas del partido”.
La magnitud de la explosión y la cantidad de humo negro que se desprendió al principio hizo que muchos asumieran que había sido la explosión de una gasolinera. Las imágenes de vídeo publicadas en los medios sociales mostraban la destrucción de las casas vecinas y el terreno circundante quemado. Los operativos de Hezbolá rodearon el área y bloquearon tanto a los transeúntes como a los periodistas para que no se acercaran a la escena.
La versión de la Agencia Nacional de Noticias, un medio afiliado a Hezbolá, “la explosión se produjo al mismo tiempo que aviones de guerra y aviones de inteligencia israelíes sobrevolaban las zonas cercanas de Nabatieh e Iqlim Al-Tuffah”.
Pero Ali Ammar, diputado del bloque Al-Wafa afiliado a Hezbolá, se negó a especular sobre la causa de la explosión, diciendo solamente: “Esperen la declaración oficial de Hezbolá”.
Cuatro horas después del incidente, el ejército libanés emitió un comunicado confirmando que la explosión había tenido lugar a las 3pm hora local y que estaba investigando. En una declaración separada, también dijeron que se habían producido “violaciones del espacio aéreo libanés por parte de aviones israelíes” en el período previo al incidente.
George Kittana, Secretario General de la Cruz Roja Libanesa, dijo a LBC: “La Cruz Roja recibió una llamada cuando se produjo la explosión y se enviaron ambulancias al lugar. Según la información preliminar, no hubo víctimas civiles”.
Tras el incidente, los usuarios de los medios sociales libaneses aprovecharon los tweets de una cuenta llamada Alex Benjamin. Los tuits de esta cuenta están protegidos, pero se identifica como periodista de Reporteros sin Fronteras y exdetenido de Hezbolá, que ahora vive en Noruega.
El 7 de agosto, tres días después de la explosión del puerto de Beirut, Benjamin había twitteado sobre el uso por parte de Hezbolá de varias casas en Ain Qana como almacenes para “unidades de ingeniería” para fabricar explosivos. Dentro de estos edificios, afirmó, había toneladas de C-4, RDX y TNT.
Además, dijo, un almacén de detonadores eléctricos y munición viva estaba escondido dentro de una fábrica en Ain Qana que se promocionaba como un almacén de queso y leche. Esta fábrica, afirmó, había abierto en 2008 alrededor del momento del asesinato del entonces número dos de Hezbolá, Imad Mughniyeh.
El incidente en Ain Qana tuvo lugar un mes y medio después de la devastadora explosión ocurrida en el puerto de Beirut el 4 de agosto, que se sabe que causó al menos 200 muertos y 6.500 heridos mientras arrasaba viviendas e infraestructuras en kilómetros a la redonda.
La economía del Líbano ya está al borde del colapso y desde la dimisión masiva del gabinete, los políticos aún no se han puesto de acuerdo sobre cómo formar un nuevo gobierno. Por el momento, los funcionarios se mantienen en calidad de “guardianes” a pesar de la sombra del control de Hezbolá que pesa sobre varios ex ministros.