No se ha encontrado ninguna prueba que apoye las afirmaciones de Irán de que la agencia de inteligencia extranjera de Israel, el Mossad, operaba una estación de espionaje permanente en la ciudad kurda de Erbil, en el norte de Irak, dijeron el lunes dos funcionarios iraquíes al periódico saudí Asharq al-Awsat, al hablar de la investigación del país sobre un ataque del 13 de marzo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Los funcionarios iraquíes señalaron que, antes del ataque, Irán había transmitido su enfado a los gobiernos de Bagdad y Erbil, la capital de la región autónoma kurda, por la presencia de elementos opositores iraníes en el Kurdistán, y que sólo mencionó al Mossad tras el ataque a una villa perteneciente a un empresario kurdo en la ciudad que, según Teherán, también funcionaba como centro de entrenamiento del Mossad.
Como recordatorio, Irán dijo haber atacado la estructura en respuesta a un ataque aéreo cerca de Damasco, atribuido a Israel, en el que murieron dos oficiales de alto rango del IRGC.
A finales de marzo, mientras tanto, Reuters informó de que el ataque iraní era un intento de torpedear un incipiente plan para que la región del Kurdistán iraquí suministrara gas a Turquía y Europa, con ayuda de Israel.
Funcionarios iraquíes y turcos que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato dijeron que creían que el ataque pretendía ser un mensaje múltiple para los aliados de Estados Unidos en la región – pero que un desencadenante clave, como se dijo, era un plan para bombear gas kurdo a Turquía y Europa, con la participación de Israel.
“Hubo dos reuniones recientes entre funcionarios de energía israelíes y estadounidenses y especialistas en la villa para discutir el envío de gas del Kurdistán a Turquía a través de un nuevo gasoducto”, dijo un funcionario de seguridad iraquí.
Uno de los funcionarios iraquíes dijo a Asharq al-Awsat que “Irak pidió a la parte iraní que respaldara sus afirmaciones sobre el Mossad israelí, pero no lo hizo a pesar de los esfuerzos de Irak”.
El otro funcionario, que según el informe estaba familiarizado con los detalles de la investigación, señaló que la afirmación iraní sobre la presencia de una estación del Mossad era insuficiente para demostrar su existencia en la zona.
El mismo funcionario, miembro independiente del Parlamento, dijo también que el hecho de que Irán pasara de citar a elementos opositores a citar al Mossad como su objetivo llevó a los iraquíes a sospechar que el atentado formaba parte de una operación de “distracción” iraní a la luz de los resultados de las elecciones iraquíes en ese momento.
Según los funcionarios iraquíes, la investigación también descartó la existencia de una estación permanente del Mossad, pero sí indicó esfuerzos de espionaje por parte de individuos con pasaportes europeos que operaban bajo la apariencia de contratistas de seguridad. La investigación, dijeron al periódico saudí, también apuntaba a operaciones de espionaje similares en ciudades del centro y el sur de Irak, así como en Mosul. Los funcionarios dijeron que los presuntos espías habían sido detenidos y que algunos de ellos estaban a la espera de juicio.