La organización terrorista libanesa Hezbolá anunció la llegada de un segundo barco cargado de gasóleo procedente de Irán al puerto sirio de Baniyas el jueves por la noche, según informó la televisión del grupo Al Manar en su canal de Telegram a primera hora del viernes.
El grupo alineado con Irán dijo que los envíos de combustible deberían aliviar una crisis energética paralizante en Líbano, mientras que el primer ministro libanés Najib Mikati dijo que los envíos iraníes constituyen una violación de la soberanía de Líbano.
Tanto Siria como Irán están sometidos a sanciones de Estados Unidos.
Hezbolá comenzó a introducir combustible iraní en el Líbano a través de Siria la semana pasada, cuando docenas de camiones que transportaban el combustible entraron en el noreste del Líbano cerca de la localidad de al-Ain. La organización terorrista ha dicho que también estaban previstos un tercer y cuarto envío desde Irán.
Washington ha reiterado que sus sanciones a la venta de petróleo iraní siguen vigentes. Pero no ha dicho si está considerando la posibilidad de tomar alguna medida por el movimiento de Hezbolá, al que designa como grupo terrorista.
El gobierno libanés ha afirmado que no se solicitó su permiso para importar el combustible.
Estas medidas suponen una ampliación del papel de Hezbolá en el Líbano, donde los críticos llevan tiempo acusando al grupo fuertemente armado de actuar como un Estado dentro del Estado.
Hezbolá ha dicho que donará combustible a las instituciones que lo necesiten, incluidos los hospitales gubernamentales y los orfanatos, y que lo venderá a “un precio adecuado” a otras, como hospitales privados, almacenes médicos y molinos de harina.
La crisis energética es el resultado de un colapso financiero desde 2019, que ha hundido la moneda en un 90% aproximadamente y ha sumido a más de tres cuartas partes de la población en la pobreza.
El suministro de combustible se ha agotado porque Líbano no tiene suficientes divisas para cubrir incluso las importaciones vitales, lo que ha obligado a reducir o cerrar servicios esenciales, incluidos algunos hospitales, y ha provocado numerosos incidentes de seguridad.
La empresa estatal de electricidad del Líbano dijo el jueves que corría el riesgo de un apagón total en todo el país a finales de septiembre, ya que sus reservas de combustible están disminuyendo.
La compañía puede generar menos de 500 megavatios con el fuel que se aseguró a través de un acuerdo con Irak, dijo en un comunicado.
Dijo que sus reservas de fueloil, tanto de grado A como de grado B, habían llegado a un punto crítico y ya se habían agotado para algunas plantas que ahora han dejado de producir.
“La red ya ha sufrido siete apagones totales en todo el país y, de seguir así, existe un alto riesgo de que se produzca un apagón total y completo a finales de septiembre”, afirma el comunicado.
Irak firmó en julio un acuerdo que permite al gobierno libanés, con problemas de liquidez, pagar un millón de toneladas de crudo pesado al año en bienes y servicios.
El crudo pesado no es apto para su uso en Líbano, pero se intercambia en las licitaciones por un grado adecuado.
Los gobiernos occidentales y las instituciones donantes han dicho que desbloquearán la ayuda una vez que Líbano promulgue las reformas.
Estados Unidos, uno de los principales proveedores de ayuda humanitaria y militar al Líbano, respalda un plan para aliviar la crisis energética mediante el uso de gas natural egipcio canalizado a través de Jordania y Siria. El embajador estadounidense ha dicho que Líbano no necesita combustible iraní.