Las autoridades del norte de Yemen, en manos de los Hutíes, confirmaron el martes su primer caso del nuevo coronavirus, un ciudadano somalí encontrado muerto en un hotel de Sanaa, mientras que el gobierno del sur de la nación desgarrada por la guerra informó de nueve nuevas infecciones.
Yemen, uno de los últimos países en declarar infecciones por COVID-19 el 10 de abril, ha reportado ahora 21 casos, incluyendo 3 muertes, en el territorio en poder del gobierno internacionalmente reconocido, y un caso, una muerte, en áreas bajo los Hutíes alineados con Irán.
“Recibimos un informe sobre una situación en un hotel (en la capital Sanaa) el domingo y los equipos de investigación epidemiológica se dirigieron inmediatamente allí, donde la persona afectada había muerto”, dijo el ministro de salud de los Hutíes, Taha al-Mutawakkil, a Al Masirah TV.
El fallecido somalí tenía problemas subyacentes de hígado y riñón, dijo el ministro, añadiendo que se había analizado una muestra en un laboratorio para detectar la infección por COVID-19.
Yemen, el país más pobre de la Península Arábiga, ha sido durante mucho tiempo un punto de tránsito para los migrantes y refugiados del Cuerno de África, muchos de los cuales huyen del hambre y la violencia e intentan llegar a Arabia Saudita y otros ricos Estados del Golfo.
Yemen ya está lidiando con la mayor crisis humanitaria del mundo causada por una guerra entre una coalición liderada por los saudíes que busca restaurar el gobierno reconocido internacionalmente, y el movimiento Hutí que expulsó al gobierno del poder en Sanaa a finales de 2014.
Antes de que se anunciara el primer caso de COVID-19 en territorio Hutí, las Naciones Unidas habían dicho que temían que el coronavirus se propagara sin ser detectado por todo el país entre una población con desnutrición aguda y con capacidades de prueba y equipos de protección inadecuados.
El martes, el comité de emergencia contra el coronavirus perteneciente al gobierno -con sede temporal en la ciudad portuaria meridional de Adén- dijo que se habían detectado ocho nuevos casos en Adén y otro en la región de Hadhramout.
El comité de emergencia contra el coronavirus con sede en Adén había expresado su preocupación por el hecho de que los funcionarios de Hutí no admitieran un brote de coronavirus en Sanaa.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que teme que el COVID-19 pueda propagarse por el Yemen, ya que la población tiene unos de los niveles más bajos de inmunidad a las enfermedades en comparación con otros países.
La mínima capacidad de pruebas ha aumentado las preocupaciones. La OMS dijo el martes que solo se habían realizado 200 pruebas de infección con el coronavirus y se habían recibido los resultados en todo Yemen.
Alrededor del 80%, o 24 millones de personas, dependen de la ayuda humanitaria y 10 millones están en riesgo de morir de hambre. La enfermedad está muy extendida.