La investigación sobre la catastrófica explosión del puerto de Beirut se congeló el martes por segunda vez en menos de tres semanas, después de que dos políticos buscados para ser interrogados presentaran una nueva denuncia contra el investigador principal, dijo una fuente judicial.
Esto supone un nuevo golpe para los esfuerzos del juez Tarek Bitar por responsabilizar a los altos cargos de la explosión del 4 de agosto de 2020, una de las mayores explosiones no nucleares de las que se tiene constancia, que mató a más de 200 personas y devastó amplias zonas de Beirut.
Bitar está sometido a una enorme presión por parte de grupos que han acusado a su investigación de parcialidad política y han montado una campaña de desprestigio contra él.
El líder del poderoso grupo terrorista chiíta Hezbolá, fuertemente armado, anunció el lunes que quería que Bitar fuera apartado del caso.
La investigación se suspendió a finales de septiembre por una denuncia que cuestionaba la imparcialidad de Bitar.
Un tribunal rechazó la denuncia por motivos de procedimiento, permitiéndole continuar.
Bitar ha estado dirigiendo la investigación desde que el juez Fadi Sawan fue apartado del caso en febrero sobre la base de una denuncia similar presentada por los políticos que ahora cuestionan la neutralidad de Bitar.
Poco antes de ser informado de la última denuncia, Bitar había emitido una orden de detención contra uno de los políticos que la presentaron, el ex ministro de Finanzas Ali Hassan Khalil, un alto político cercano a Hezbolá.
La orden de detención se emitió después de que Khalil no se presentara al interrogatorio.
Khalil, miembro de alto rango del movimiento chiíta Amal, no fue localizado inmediatamente para hacer comentarios.
El segundo político era el ex ministro de Obras Públicas Ghazi Zeiter, también aliado de Hezbolá, que debía ser interrogado el miércoles.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, expresó el lunes su más dura crítica a Bitar cuando pidió su sustitución en un discurso televisado, diciendo que era parcial y estaba politizado.
Las declaraciones se produjeron semanas después de que Wafik Safa, un alto cargo de Hezbolá, advirtiera a Bitar de que el grupo le apartaría de la investigación, según un periodista y una fuente judicial.
La orden de detención de Khalil es la segunda para un ex ministro derivada de la investigación.
La primera se dictó contra el ex ministro de Obras Públicas, Youssef Finianos, otro aliado de Hezbolá, en septiembre, cuando también se ausentó repetidamente del interrogatorio.
Finianos aún no ha sido detenido a pesar de la orden.
Bitar había emitido múltiples solicitudes en julio para interrogar a varios altos cargos, entre ellos el ex primer ministro Hassan Diab, varios ex ministros y el máximo responsable de seguridad del país por negligencia.
Todos han negado haber actuado mal.
Pero las peticiones de Bitar se encontraron con resistencia y con denuncias judiciales que cuestionaban su imparcialidad.
Aunque Bitar ha tratado de interrogar a varios políticos aliados de Hezbolá, entre ellos Khalil y Zeiter, no ha intentado interrogar a ningún miembro de la propia organización.