BEIRUT, Líbano – El devastador terremoto que sacudió Turquía y Siria causó la muerte de más de 50.000 personas, según un balance revisado por AFP que incluye cifras tanto de las zonas de Siria controladas por el gobierno como de las controladas por los rebeldes.
Un total de 5.951 personas perdieron la vida en Siria, mientras que Turquía registró 44.374 muertes tras el seísmo del 6 de febrero.
El nuevo recuento eleva a 50.325 el número total de muertes causadas por la catástrofe en ambos países.
El gobierno sirio declaró que 1.414 personas habían muerto en zonas bajo su control, mientras que las autoridades sirias apoyadas por Turquía han cifrado en 4.537 las víctimas mortales en las zonas del país controladas por los rebeldes.
La cifra de muertos en zonas no controladas por el gobierno incluye los fallecidos en territorio en manos de grupos rebeldes rivales.
Las autoridades locales se basaron en datos recogidos en hospitales, centros médicos y defensa civil de Idlib y la provincia septentrional de Alepo, según declaró a la AFP Maram al-Sheikh, funcionario de sanidad.
También incluyeron fuentes civiles, dijo, muchos de los cuales enterraron a sus muertos sin llevarlos al hospital.
El recuento se realizó con la ayuda de la Unidad de Coordinación de la Asistencia (ACU), un socio local de las Naciones Unidas.
La ONU dijo que se basó en los datos de la ACU, incluido el número de muertos.
El número de muertos en las zonas rebeldes era “casi definitivo, ya que la mayoría de las víctimas han sido sacadas de debajo de los escombros”, dijo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos había informado de la muerte de 2.243 personas en zonas controladas por el gobierno, lo que supone 824 muertos más que la cifra oficial.
Rami Abdel Rahman, que dirige el grupo con sede en Gran Bretaña, dijo que su recuento era mayor porque incluía “50 aldeas a las que no llegaron los equipos de rescate”.
El grupo, que se basa en una amplia red de fuentes dentro de Siria, había informado del mismo número de muertos que los rebeldes en el noroeste.
AFP había informado previamente de 3.688 muertos en toda Siria, recopilando cifras oficiales del gobierno y datos publicados por el grupo de rescate Cascos Blancos en el noroeste.
Los socorristas rebeldes declararon a la AFP que su balance incluía sobre todo los cadáveres que ellos mismos habían sacado de entre los escombros.
El seísmo se produjo casi 12 años después del inicio de la guerra civil en Siria, que devastó amplias zonas del país, mató a casi medio millón de personas y desplazó a millones más.