El ejército libanés ha desplegado tropas en una zona del norte del país en la que han muerto dos hombres esta semana en un estallido de la violencia entre clanes rivales que se desató a raíz de una disputa por la tala de árboles, dijo el jueves una fuente de seguridad.
El miércoles se utilizaron ametralladoras pesadas y granadas propulsadas por cohetes durante los enfrentamientos en la zona, de mayoría musulmana suní, entre personas de los pueblos de Akkar al-Atiqa y Fnaidek, dijo la fuente. La situación estaba en calma el jueves.
Los grupos rivales tienen un historial de disputas.
La violencia se suma a la preocupación por la inseguridad en Líbano, donde la crisis financiera está provocando un caos cada vez mayor.
Aunque el incidente no está directamente relacionado con la crisis financiera, muestra que “el Estado está perdiendo su prestigio”, dijo la fuente de seguridad.
En una declaración realizada el miércoles por la noche, el político suní Saad al-Hariri dijo que el derramamiento de sangre debe detenerse e instó a dejar de utilizar “las armas como medio de diálogo entre hermanos”.
Últimamente se han producido en Líbano incidentes de seguridad relacionados con el combustible, ya que la crisis financiera ha dado lugar a una escasez agobiante, lo que ha provocado melés y enfrentamientos por la gasolina y el gasóleo. También se han secuestrado camiones cisterna de combustible.