A menos de un mes del aniversario de la explosión de Beirut, las familias de las víctimas protestan en las calles y exigen explicaciones a los responsables.
La explosión tuvo lugar hace casi un año, el 4 de agosto, en la capital. Aunque se está investigando desde entonces, ningún alto cargo ha rendido cuentas ni se ha enfrentado a acusaciones. La explosión mató a más de 200 personas, hirió a más de 7.000 y causó miles de millones de daños materiales después de que cientos de toneladas de nitrato de amonio, un material altamente explosivo, se almacenaran indebidamente en el puerto durante seis años.
Los manifestantes salieron a la calle el viernes después de que el ministro del Interior provisional, Mohamed Fahmy, rechazara la petición del juez que investiga la explosión de interrogar al general de división Abbas Ibrahim, jefe de la Agencia de Seguridad General. Los manifestantes también exigían que se levantara la inmunidad a tres legisladores clave, entre ellos Ibrahim, después de que el juez que investiga la explosión solicitara la medida para que se hiciera justicia.
Una de las protestas tuvo lugar cerca de la residencia del presidente del Parlamento, Nabih Berri, donde se reunía la comisión de justicia para tratar la petición de inmunidad. Las tropas impidieron que los manifestantes se acercaran demasiado al edificio.
Las familias también culparon a las élites gobernantes por su negligencia, ya que después de la explosión salió a la luz que los funcionarios sabían que las sustancias explosivas estaban almacenadas de forma insegura en el puerto.
“Han volado Beirut y han puesto a la gente en ataúdes”, rezaba una pancarta que llevaba uno de los manifestantes.
Mireille Khoury, que perdió a su hijo Elias, de quince años, en la explosión, hizo unas declaraciones a Sky News Arabia en Twitter en las que resumía la situación: “Esta no es nuestra batalla, sino la de todo el pueblo libanés para conseguir justicia”.
Luna Safwan, periodista libanesa, tuiteó el sábado describiendo la situación sobre el terreno: “Las familias de las víctimas de #BeirutBlast están recorriendo Beirut en sus coches mientras tocan el claxon y gritan para exigir justicia, todo ello en la niebla de una crisis de combustible. Estas familias han sido abandonadas no solo por nuestro gobierno corrupto sino también por nosotros, el pueblo. #Líbano”.
Según la Corporación Libanesa de Radiodifusión, una televisión privada del país, una delegación de las familias de las víctimas de la explosión se reunió el sábado con el ministro del Interior, Mohamed Fahmi, en su casa para discutir las demandas de las familias.
“Transmitimos nuestro enfado al ministro y le pedimos que cambiara su opinión y su posición. Nos pidió que nos reuniéramos de nuevo, pero nos negamos a ello si queríamos escuchar las mismas palabras”, declararon las familias tras la reunión.
Las protestas se producen en medio de una situación económica muy deteriorada en el país, caracterizada por la escasez de combustible y electricidad, así como de alimentos. El Banco Mundial la ha calificado como una de las peores crisis financieras del mundo desde la década de 1850.