Otro gobierno de Oriente Medio está pidiendo ayuda financiera a Rusia. Después de Irán, que espera un préstamo ruso de 2.000 millones de dólares, y Siria, a la que ya se le han asignado 500 millones de dólares para la ampliación de su infraestructura portuaria, Líbano solicita dinero al Kremlin.
Según los medios de comunicación libaneses, Beirut desea un préstamo de 600 millones de dólares, 1.000 millones de dólares de Rusia.
La moneda extranjera es muy necesaria para el Líbano, que está atravesando una grave crisis monetaria con una escasez de dólares, una inflación de dos dígitos y el colapso de su moneda nacional.
En octubre del año pasado, la libra libanesa cayó a su nivel más bajo en 22 años, siendo vendida en el mercado negro a 2.500 libras por dólar, aunque el tipo de cambio oficial era de 1.505. Esto provocó una ola de protestas masivas, a las que las fuerzas de seguridad respondieron desconectando la Internet en todo el país. Sin embargo, esta medida no ayudó a mantener en el poder al gobierno de coalición de Saad Hariri, que se vio obligado a dimitir el 29 de octubre.
El 10 de enero, Riad Lasamé, gobernador del Banco Central del Líbano, dijo que el país necesita urgentemente ayuda exterior. Dijo que Qatar, que tiene 30.000 millones de dólares en reservas de divisas y un fondo soberano de 335.000 millones de dólares, podría proporcionar un préstamo.
Dos semanas más tarde, el nuevo Primer Ministro Hassan Diab dijo que el Líbano se encuentra en una situación catastrófica y que el gabinete de ministros «se enfrenta al reto de encontrar una salida al estancamiento que no afecte a los intereses de la población y que mantenga la estabilidad».
Todavía no está claro si el Líbano puede contar con el dinero ruso. El Ministerio de Finanzas ruso dijo a Interfax que no está discutiendo actualmente la posibilidad de conceder préstamos al Líbano.
En noviembre se supo que Irán había pedido a Rusia 2.000 millones de dólares en asistencia. En medio de la hiperinflación, las sanciones y una pérdida casi total de las fuentes de ingresos por exportación, la república islámica pidió dinero para construir una central térmica e hidroeléctrica, líneas de ferrocarril y vagones para un metro, dijo el Ministro de Energía ruso Alexander después de hablar con su colega iraní Reza Ardakanian.
Un mes más tarde, el gobierno ruso anunció que asignaba 500 millones de dólares a la mejora del puerto sirio de Tartus. Con el fin de aumentar su capacidad, hay planes para construir una línea de ferrocarril a través de Siria e Irak.