BEIRUT – El Ministerio de Economía del Líbano subió el martes el precio del pan subvencionado por quinta vez en un año, mientras las múltiples crisis del país se agravan sin solución a la vista.
El ministerio dijo que la razón del último aumento –un 18% más que la última subida de febrero– era el fin de las subvenciones al azúcar por parte del banco central, lo que a su vez aumenta el coste de la producción de pan.
Líbano se enfrenta a la peor crisis económica y financiera de su historia moderna, que, según el Banco Mundial, puede ser una de las peores del mundo en los últimos 150 años. La moneda ha perdido el 90% de su valor, y a principios de este mes alcanzó un mínimo histórico de 15,500 libras libanesas por dólar en el mercado negro. El tipo de cambio oficial sigue siendo de 1.507 libras por dólar.
El Banco Mundial dijo en un informe este mes que se prevé que el producto interior bruto del Líbano se contraiga un 9,5% en 2021, después de contraerse un 20,3% en 2020 y un 6,7% el año anterior.
El banco central ha estado recortando la financiación de las importaciones a dólares subvencionados, ya que las reservas de divisas han caído peligrosamente, desde 30.000 millones de dólares al comienzo de la crisis a finales de 2019, hasta casi 15.000 millones en la actualidad. Eso ha hecho que los comerciantes suban los precios o dejen de importar.
La mayoría de los libaneses han visto caer su poder adquisitivo y evaporarse sus ahorros, y más de la mitad de la pequeña población del país vive ahora por debajo del umbral de la pobreza.
En junio del año pasado, el gobierno subió el precio del pan plano, un alimento básico en el Líbano, en más de un 30%, por primera vez en una década. Desde entonces ha subido el precio tres veces antes del martes.
El Ministerio de Economía dice que 910 gramos (2 libras) de pan se venderán a 3.250 libras. Antes de la última subida se vendía a 2.750 libras.
Líbano atraviesa una grave escasez de gasolina, medicamentos -ambos subvencionados por el Estado- y otros productos vitales. Los cortes de electricidad duran gran parte del día y la gente hace cola durante horas para repostar. Se han producido tiroteos y peleas en las gasolineras, que han dejado varios heridos.
Una de las razones de la escasez de gasolina es el contrabando a la vecina Siria, que lucha con su propia escasez de gasolina, pero donde el precio es casi cinco veces mayor que en Líbano.
Un representante de los distribuidores de combustible, Fadi Abu Shakra, dijo que 140 propietarios de gasolineras se negaron a recibir gasolina el martes debido a los problemas a los que se enfrentan, como amenazas, chantajes y palizas.
“No pueden protegerse a sí mismos”, dijo, y pidió a las fuerzas de seguridad que protegieran las gasolineras, según la Agencia Nacional de Noticias estatal.