Recep Tayyip Erdogan ha llegado a un acuerdo con el gobierno libio, respaldado por la ONU, para que Trípoli pague 2.700 millones de dólares en compensación por las deudas contraídas con Turquía antes de que comenzara la guerra civil de Libia, que duró nueve años.
Las empresas turcas estuvieron muy implicadas en lucrativos proyectos de infraestructura y construcción en Libia desde la década de 1970, pero se derrumbaron cuando el dictador Muammar Qaddafi fue destituido en 2011 y el país se sumió en el caos.
Ahora, mientras las conversaciones de paz en Moscú se acercan a un acuerdo entre las facciones en conflicto en Libia, el presidente turco está maniobrando para restablecer los vínculos comerciales entre los dos países. Además de la compensación por las pérdidas de Turquía, el nuevo acuerdo allana el camino para nuevos contratos en los sectores de la energía, la vivienda y la construcción.
Se espera que el acuerdo se firme en febrero. Las cantidades exactas están aún por negociar, pero se cree que incluyen una carta de garantía de 1.000 mil millones de dólares, 500 millones de dólares en compensación por maquinaria y otros equipos saqueados o dañados, y deudas impagadas de 1.200 mil millones de dólares.
Karol Wasilewski, analista de Turquía en el Instituto Polaco de Asuntos Internacionales, en Varsovia, dijo que Turquía acogería con agrado el dinero en efectivo, pero que el restablecimiento de los lazos comerciales era un beneficio a más largo plazo para Ankara.
“Ese dinero de compensación para el sector de la construcción es solo un efecto secundario, aunque muy beneficioso y necesario para el Partido de la Justicia y el Desarrollo y los empresarios vinculados al partido”, dijo a Arab News.
Las empresas turcas Ustay Yapi, Tekfen, Enka, Renaissance y Guris Insaat han dominado en su mayoría los sectores de la construcción y la infraestructura de Libia.
Mientras tanto, las conversaciones de paz libias en Moscú se toparon con un obstáculo cuando Khalifa Haftar, cuyas fuerzas del ejército nacional libio oriental están sitiando el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) de Fayez Al-Sarraj en Trípoli, pidió más tiempo para estudiar un documento de alto el fuego.
Haftar y su aliado Águila Saleh “ven el documento de forma positiva”, dijo el ministro ruso de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov, pero “han pedido un poco más de tiempo hasta la mañana para tomar una decisión sobre su firma”.
El documento detalla los términos de una tregua que entró en vigor el fin de semana. El líder del GNA Al-Sarraj y Khaled Al-Mechri, jefe del Alto Consejo de Estado en Trípoli, firmaron el acuerdo el domingo.