BEIRUT – Líderes musulmanes sunitas en el Líbano, asolado por las protestas, han ofrecido su apoyo al ex-primer ministro Saad Hariri para que vuelva a su puesto un mes después de su renuncia, dijo el domingo un candidato marginado.
El empresario Samir Khatib ha sido presentado como un probable candidato a suceder a Hariri, pero dijo que una visita a la más alta autoridad musulmana sunita del país había indicado lo contrario.
El Gran Mufti Sheikh Abdellatif Deryan informó a Khatib que “se ha llegado a un consenso para nombrar a Saad Hariri como primer ministro para formar el próximo gobierno”, dijo el empresario de 72 años.
Khatib se reunió entonces con Hariri, que se ha mantenido en el cargo de primer ministro y le ha apoyado en su intento de informarle de su retirada de la carrera, dijo en comentarios televisados.
Desde el 17 de octubre, Líbano se ha visto afectado por protestas intersectarias sin precedentes, que denuncian la percepción de mala gestión oficial y corrupción.
Hariri dimitió hace menos de dos semanas en el movimiento nacional, pero desde entonces una clase política profundamente dividida no ha logrado llegar a un acuerdo sobre un nuevo primer ministro.
Los nombres de varios candidatos potenciales circularon en los medios de comunicación, pero los manifestantes rechazaron a Khatib por estar demasiado cerca de los círculos tradicionales de poder.
El presidente ha pedido consultas parlamentarias obligatorias a partir del lunes para decidir sobre un nuevo primer ministro.
El domingo por la noche, docenas de manifestantes se reunieron en el centro de Beirut cerca de una carretera que lleva al parlamento cerrada por las fuerzas de seguridad.
La formación del gabinete puede durar meses en el país multiconfesional, y Hariri tardó casi nueve meses en llegar a un acuerdo con todas las partes políticas para el último.
Según un complejo sistema político que busca mantener un frágil equilibrio entre las comunidades religiosas, el primer ministro libanés es siempre un musulmán sunita.
Hariri ha sido primer ministro de vez en cuando desde 2009, renunciando y regresando en dos ocasiones anteriores.
Este hombre de 49 años sigue los pasos de su padre, el fallecido primer ministro Rafik Hariri, y es considerado el líder político tradicional de la comunidad musulmana sunita del país.
El Líbano necesita desesperadamente un nuevo gobierno que reconstruya la confianza, con manifestantes que exigen un gabinete de expertos independientes y donantes internacionales capaces de proporcionar ayuda financiera.
La economía del país mediterráneo está en caída libre, a pesar de la lucha libanesa con la crisis de liquidez del dólar.
El Banco Mundial ha proyectado un crecimiento negativo del 0.2 por ciento en el Líbano para 2019, pero ahora advierte que la recesión podría ser aún peor.
Alrededor de un tercio de los libaneses viven en la pobreza, y esa cifra podría elevarse pronto a la mitad, dice el informe.