Los talibanes se hicieron con el control de una capital de provincia en Afganistán y también asesinaron a un alto cargo de los medios de comunicación del gobierno el viernes, informó Reuters.
Zarani, la capital de la provincia meridional de Nimroz, se perdió a manos de los talibanes, al parecer por la falta de apoyo militar adecuado de las fuerzas gubernamentales.
Un gran número de distritos y cruces fronterizos han sido capturados por los insurgentes talibanes este año, mientras las tropas estadounidenses y extranjeras completan su retirada. Las capitales de provincia han sido algunas de las más afectadas por el cambio.
Zarani fue la primera capital de provincia capturada por los talibanes desde el acuerdo alcanzado en febrero de 2020 entre Estados Unidos y el grupo islamista por el que se anunciaba la retirada militar estadounidense del país.
Una fuente dijo a Reuters que los talibanes habían tomado la oficina del gobernador, el edificio de la policía y una zona cercana a la frontera con Irán.
Mientras tanto, en Kabul los talibanes mataron al portavoz del gobierno Dawa Khan Menapal. El asesinato de Menapal, que era el jefe del Centro de Información y Medios de Comunicación del Gobierno, se considera un duro golpe para el gobierno del presidente afgano Ashraf Ghani.
El encargado de negocios estadounidense Ross Wilson tuiteó que estaba “entristecido y disgustado” por la muerte de Menapal, a quien calificó de “amigo y colega, cuya carrera se centraba en proporcionar información veraz a todos los afganos sobre Afganistán”.
“Estos asesinatos son una afrenta a los derechos humanos [y] a la libertad de expresión de los afganos”, dijo.
Anteriormente, tuiteó: “La violencia y el odio de los talibanes nunca han sido formas sostenibles de gobierno. Las anteriores decapitaciones del grupo, así como la actual ofensiva [y] los asesinatos selectivos, demuestran que solo conocen la violencia y que les asusta la paz. Les instamos a que elijan la paz”.
Un funcionario del Ministerio del Interior federal dijo que Menapal fue asesinado durante las oraciones del viernes.
Los insurgentes han intensificado recientemente sus esfuerzos para ampliar su poder en el país a la sombra de una retirada militar completa de Estados Unidos en los próximos meses.
El martes, al menos seis personas murieron y 10 resultaron heridas en un potente atentado con coche bomba cuyo objetivo era, al parecer, el ministro de Defensa de Afganistán.
Según un portavoz del Ministerio del Interior, la explosión tuvo lugar en un barrio de lujo, que forma parte de una zona de seguridad de Kabul y que alberga a varios altos funcionarios del gobierno.