Los talibanes parecen estar avanzando cada día en la medida en que muchos países los tratarán pronto como un gobierno paralelo en Afganistán.
No está claro lo rápido que ocurrirá esto, pero la capacidad de los talibanes para ganar influencia internacional, como a través de Qatar y otros países, ilustra lo lejos que han llegado. La reciente visita de los talibanes a Moscú y las garantías que dieron a China ilustran hacia dónde creen que se dirigen.
En The Wall Street Journal, también se citó a los talibanes como un intento de “tranquilizar a Pekín, a pesar de su pasado apoyo a los militantes uigures”. Esta explicación ha sido recogida por otros, y se parece mucho a la forma en que el líder de Pakistán, Imran Khan, ha respondido cuando se le ha preguntado por las políticas de China.
Esencialmente, quienes como Khan hablan con dureza en el escenario mundial sobre la “islamofobia”, pero sobre todo, utilizan esta cuestión cuando miran a los países occidentales y cuando tratan con otros gobiernos con los que Pakistán quiere trabajar, como China o Rusia, pero no hay intromisión en los asuntos internos, y los talibanes parecen aceptarlo ahora.
Lo que los talibanes quieren decir es que éste no es el grupo de antaño que surgió en los años 90 para apoderarse de Afganistán, sembrar el terror, acogerlo, cometer un genocidio cultural y permitir que Afganistán sea un vertedero de jihadistas de todo el mundo. Esta organizacipn talibán, al igual que sus probables partidarios y amigos en Pakistán, Qatar, Malasia y Turquía, será más “responsable”, en el sentido de que tratará de dirigir Afganistán como un Estado islamista extremista, pero no extenderá el terror por todas partes.
Esencialmente, este “pacto con el diablo” es uno que los Estados occidentales suelen estar dispuestos a aceptar. Mientras el terror no amenace a Occidente, los talibanes pueden ser tolerados.
Los talibanes han dicho a Moscú que ya controlan gran parte de Afganistán, incluidos los pasos fronterizos. Su mensaje a Moscú es que no amenazan a otros Estados de Asia Central.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que el enviado del Kremlin a Afganistán, Zamir Kabulov, se reunió con la delegación talibán para expresar su preocupación por la escalada y la tensión en el norte de Afganistán”, informó Associated Press. El ministerio dijo que Kabulov había instado a los talibanes “a evitar que se extiendan más allá de las fronteras del país”.
¿Por qué es importante esto? Los talibanes son un ejemplo de cómo los grupos militantes y extremistas pueden tomar el control de los países y llegar a ser reconocidos y tratados como Estados normales. Esto podría ser un buen augurio para los Hutíes en Yemen, Hezbolá en Líbano e incluso los extremistas apoyados por Turquía en Idlib. Se sabe que bajo la última administración estadounidense hubo algunos funcionarios estadounidenses que querían tratar a Hayat Tahrir al-Sham, que solía ser Al Qaeda en Siria, como un grupo que podía recibir la ayuda de Estados Unidos, o el apoyo a través de Ankara. Esto significa que algunos funcionarios estadounidenses pensaron que Estados Unidos podía trabajar con los sucesores de Al Qaeda.
No es de extrañar que los socios de Estados Unidos, como los de Ankara, Doha o Pakistán, piensen lo mismo de los talibanes. En resumen, después de dos décadas, los grupos responsables de los atentados terroristas del 11 de septiembre, se han convertido casi en la corriente principal y los talibanes pueden ser pronto la corte de muchos países del mundo y grupos como HTS podrían reunirse con Ankara, miembro de la OTAN.
El apoyo de Irán a Hezbolá y a los hutíes y el respaldo conjunto de Irán y Turquía a Hamás puede no parecer tan extraño en un mundo en el que grupos como los talibanes, similares a Hamás, son trotamundos.
Hamás también ha hecho incursiones desde Qatar a Turquía y a lugares como Malasia. Esto no augura nada bueno para los países que prefieren la moderación y la coexistencia. La cuestión es si la narrativa talibán de no molestar a sus vecinos es realmente cierta. Pakistán, Rusia y otros países pueden estar apostando por ello.