Cuando el primer ministro iraquí, Mustafá al-Kadhimi, selló el martes un acuerdo con el presidente estadounidense, Joe Biden, para poner fin a la misión de combate de Estados Unidos en Irak, la delegación iraquí regresó a casa con otro importante logro.
Estados Unidos anunció el miércoles que devolvería 17.000 objetos al país de Medio Oriente, según un informe de la Deutsche Welle.
Los artefactos, presuntamente robados durante la invasión estadounidense de 2003, habían salido de Irak a través del comercio ilegal de antigüedades y se habían abierto camino por el mundo occidental, reapareciendo en Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países.
“La mayoría de estos artefactos formaban parte del material que fue saqueado del Museo de Irak en Bagdad”, declaró Elizabeth Stone, arqueóloga de la Universidad Stony Brook de Nueva York que había participado en varias expediciones a Irak. “Todo el mundo tenía claro que habían sido robados del museo, ya que tenían números de catálogo y, por tanto, no podían proceder de excavaciones ilegales”.
El ministro de Cultura iraquí, Hassan Nazim, consideró que la devolución prevista de 17.000 piezas no tenía “precedentes”. Este tipo de operaciones se habían producido en el pasado, pero a mucha menor escala.
“Esta es la mayor devolución de antigüedades a Irak”, dijo Nazim, “el resultado de meses de esfuerzos por parte de las autoridades iraquíes en conjunto con su embajada en Washington”.
Entre los objetos de casi 4.000 años de antigüedad se encuentra la Epopeya de Gilgamesh, una antigua tablilla que representa un poema en escritura acadia, considerada una de las obras literarias más antiguas que se conocen. La tablilla fue adquirida por Hobby Lobby, una tienda de artesanía con sede en Oklahoma City, que se hizo con más de 5.500 de estos objetos de contrabando en diferentes subastas. Finalmente fueron incautados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
“Los contactos iraquíes con la parte estadounidense dejaron claro que las antigüedades de contrabando están en manos de la Seguridad Nacional estadounidense”, declaró el historiador iraquí Abdullah Khorsheed Qader en una entrevista a DW. Añadió que los funcionarios habían estado trabajando juntos durante muchos años para alcanzar este importante paso en la recuperación de los artefactos perdidos, expresando la esperanza de que otros países hagan los mismos esfuerzos para devolver las antigüedades a Irak.