BAGDAD (Reuters) – El primer ministro de Irak, Mustafa al-Kadhimi, convocó el viernes a elecciones generales anticipadas para el 6 de junio de 2021, aproximadamente un año antes de lo que normalmente se celebraría.
Las elecciones anticipadas son una demanda clave de los manifestantes antigubernamentales iraquíes que protagonizaron meses de manifestaciones masivas el año pasado y que fueron asesinados por centenares por las fuerzas de seguridad y hombres armados sospechosos de tener vínculos con grupos de milicianos.
El parlamento iraquí todavía debe ratificar la fecha de las elecciones.
Kadhimi fue seleccionado por el parlamento en mayo para dirigir un gobierno que guiara al país hacia unas elecciones anticipadas. Su predecesor Adel Abdul Mahdi renunció bajo la presión de las protestas en diciembre del año pasado.
Los activistas también han exigido elecciones más justas y cambios en el proceso de votación y en el comité electoral de Irak tras las acusaciones generalizadas de fraude en la última votación nacional de 2018.
Las Naciones Unidas elogiaron el anuncio de Kadhimi diciendo que promovería “una mayor estabilidad y democracia”.
La participación de los votantes en las últimas elecciones de Irak fue del 44.5%, pero especialmente baja en algunas zonas musulmanas chiítas del sur empobrecidas. Muchos iraquíes dicen que no tienen fe en el sistema electoral de Irak.
Cientos de miles de manifestantes que salieron a la calle el año pasado acusando a la élite política, especialmente a los legisladores, de despilfarrar la riqueza petrolera de Irak para llenarse los bolsillos.
El gobierno de Kadhimi se enfrenta a una crisis sanitaria con una rápida propagación del coronavirus, una crisis fiscal debido a los bajos ingresos del petróleo y las exportaciones, los desafíos de los poderosos grupos de milicias que se le oponen y una creciente insurgencia del Estado Islámico.