El Ministro de Relaciones Exteriores de Siria acusó el sábado a Turquía de ser “uno de los principales patrocinadores del terror” en su país y en la región, y añadió que es culpable de “un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad” por cortar el agua a más de una docena de ciudades que se resistieron a la ocupación turca.
En un lenguaje inusualmente duro, Walid al-Moallem mencionó que “el régimen turco reina con supremacía” cuando se trata de “patrocinadores y financiadores del terrorismo”.
Manifestó en un discurso pregrabado en la primera reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada virtualmente a causa de la pandemia de la COVID-19 que el corte de los suministros de agua puso en peligro las vidas de los civiles, especialmente durante la crisis del coronavirus.
El conflicto sirio de nueve años, que inicialmente comenzó como una guerra civil, se convirtió más tarde en una lucha indirecta regional. Turquía, que ahora controla una zona en el norte de Siria, ha respaldado a los combatientes de la oposición contra el presidente sirio Bashar Assad, los combatientes kurdos sirios y el grupo extremista del Estado islámico.
Al-Moallem acusó también a Turquía de trasladar “terroristas y mercenarios, conocidos por algunos como ‘oposición moderada’”, de “Siria a Libia”, violando la soberanía de Irak, utilizando a los refugiados “como moneda de cambio contra Europa” y reivindicando “por la fuerza los recursos energéticos del Mediterráneo”.
“El actual régimen turco se ha convertido en un régimen canalla y fuera de la ley según el derecho internacional”, indicó el ministro sirio. “Sus políticas y acciones, que amenazan la seguridad y la estabilidad de toda la región, deben ser detenidas”.
La Misión de Turquía ante las Naciones Unidas señaló que “rechaza en su totalidad la declaración delirante del régimen sirio, plagada de acusaciones absurdas”.
“Es vergonzoso e inaceptable que el asesino régimen sirio, que perdió su legitimidad hace mucho tiempo, continúe haciendo un mal uso del debate general de la Asamblea General de las Naciones Unidas para distorsionar los hechos”, indicó un portavoz de la misión, que habló a condición de mantener el anonimato.
“El régimen sirio es responsable de la muerte, la mutilación, el secuestro, el desfallecimiento y la desaparición forzada de millones de sirios”, expresó el portavoz. “Sus crímenes contra la humanidad, las violaciones del derecho internacional humanitario y los crímenes de guerra han sido documentados en innumerables informes de las Naciones Unidas”.
Al-Moallem declaró que el gobierno sirio “no escatimará esfuerzos para poner fin a la ocupación por todos los medios posibles en virtud del derecho internacional” de las fuerzas estadounidenses y turcas.
Las tropas estadounidenses están desplegadas en el país para luchar contra el grupo del Estado Islámico.
“Las acciones de estas fuerzas, tomadas directamente o a través de sus agentes terroristas, milicias secesionistas o entidades manufacturadas e ilegítimas, son nulas y sin efecto legal”, explicó.
Al-Moallem, que también es viceprimer ministro, denunció las sanciones de los Estados Unidos, mencionando que están bloqueando la entrega de medicamentos y equipos para salvar vidas durante la pandemia.
Calificó la “Ley de Protección Civil César Siria” aprobada por el Congreso de los Estados Unidos como un “intento inhumano de asfixiar a los sirios, al igual que George Floyd y otros fueron cruelmente asfixiados en los Estados Unidos, y al igual que Israel asfixia a los palestinos a diario”.
Floyd, un hombre negro esposado, murió el 25 de mayo después de que un oficial blanco presionara su rodilla sobre el cuello de Floyd para mantenerlo en el suelo. El oficial fue acusado de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.
Al-Moallem pidió a todos los países afectados por las sanciones unilaterales “y a los que rechazan tales medidas que cierren filas contra ellos y alivien su impacto en nuestros pueblos mediante la cooperación, la coordinación y medios políticos, económicos y comerciales concretos”.
En el frente político, indicó que el gobierno de Siria espera que un comité al que se le ha dado la responsabilidad de redactar una nueva constitución para el país “tenga éxito”. Pero, añadió, esto solo será posible “si no hay ninguna interferencia externa en su trabajo y por ningún partido”.