La mayoría de los países del Medio Oriente están viendo preocupantes aumentos diarios de los casos del nuevo coronavirus, pero la región todavía tiene una oportunidad de contener su propagación, dijo el martes un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS ha confirmado más de 77.000 casos y casi 4.000 muertes en su región del Mediterráneo Oriental, que incluye a Pakistán, Afganistán, Somalia y Djibouti, así como a los estados de Medio Oriente, pero no incluye a Turquía.
Alrededor del 78% de esos casos están en Irán, y todos los demás países tienen menos de 4.000 casos, y la mayoría menos de 1.000, dijo Richard Brennan, el director regional de emergencias de la OMS.
La tasa de mortalidad en la región fue similar a la mundial y ha habido signos alentadores de que los nuevos casos en Irán se han aplanado en los últimos días, aunque otros Estados todavía están en riesgo de una escalada, dijo Brennan en una reunión informativa para los medios de comunicación en El Cairo.
“De todos los demás países, en la mayoría de los casos seguimos viendo un preocupante aumento del número de casos día tras día”, dijo.
“Realmente necesitamos un enfoque integral para la forma en que ampliamos las medidas de salud pública probadas, como la detección temprana, como las pruebas tempranas, el aislamiento de los pacientes que tienen la enfermedad”.
Muchos países de la región están sufriendo los efectos de los conflictos y las crisis políticas, lo que suscita preocupación acerca de su capacidad para hacer frente al nuevo coronavirus.
Los organismos internacionales han planteado una preocupación especial por los millones de refugiados y desplazados internos, y han advertido que el cierre de las fronteras puede dificultar la prestación de asistencia.
En Sudán, las Naciones Unidas hicieron un llamamiento el martes para que el gobierno facilite el acceso de la ayuda humanitaria a más de 6 millones de personas este año, acelerando el acceso de los trabajadores médicos y humanitarios.
“Si no se coordina adecuadamente, la entrega de la ayuda puede retrasarse o no seguir adelante como consecuencia de COVID-19”, dijo Gwi Yeop Son, Coordinador Residente y Humanitario de la ONU para Sudán, en un comunicado.